Con un presupuesto de gasto público aprobado de 8.25 billones de pesos para 2023, el mercado de contratación pública de México es uno de los mayores de América Latina y el Caribe, destacó el gobierno británico.
Este mercado abarca un amplio espectro del gasto público, desde la adquisición de bienes y servicios para obras de infraestructura y construcción, hasta la compra de suministros para sectores más amplios, como salud, defensa y educación.
Recientemente, el 1 de octubre de 2021, la Secretaría de la Función Pública de México puso en operación la Bitácora Electrónica de Seguimiento de Adquisiciones (BESA), herramienta en línea que permite a la Secretaría de la Función Pública (SFP) dar seguimiento al cumplimiento y observancia de los contratos de bienes y servicios de proveedores y terceros que celebren convenios con entidades de la Administración Pública Federal.
La BESA puede auditar en tiempo real 80% del monto de las contrataciones públicas de toda la SFP y fortalecerá los sistemas de fiscalización de la SFP.
En caso de incumplimiento de contratos, la BESA prevé un sistema de alertas de supervisión para revisar posibles irregularidades que puedan ser prevenidas, investigadas y, en su caso, sancionadas.
El 26 de agosto de 2022, la Secretaría de la Función Pública puso en marcha la segunda etapa de la BESA, que incorpora un sistema de alertas que vigila y detecta irregularidades en la ejecución y cumplimiento de los contratos públicos de adquisiciones, arrendamientos y servicios, desde su formalización hasta la recepción y pago de los bienes y servicios.
El gobierno mexicano se ha esforzado por ofrecer transparencia en los procesos de contratación.
Contratación pública
Con la publicación de su Estrategia Integral para el Nuevo Sistema Nacional de Compras Públicas en 2019, tienen la ambición de hacer del sistema de compras públicas del gobierno federal un entorno más transparente y abierto; y contribuir al desarrollo económico nacional promoviendo la planeación estratégica, la responsabilidad social y la participación de un número diverso de proveedores potenciales.
Sin embargo, según el gobierno británico, el mercado no está exento de problemas y, aunque el gobierno mexicano ha promovido un enfoque normalizado, las empresas pueden enfrentarse a condiciones y requisitos diferentes, y a veces difíciles, en función del tipo de bienes o servicios ofrecidos, con variaciones de un sector a otro.
Por ejemplo, las autoridades mexicanas de defensa tienen una mayor independencia en sus procesos de adquisición, mientras que la contratación pública en el sector sanitario ha pasado a un enfoque de compra consolidada a través de una alianza con la Oficina de las Naciones Unidas de Servicios para Proyectos (UNOPS).