La relación comercial entre China y varios países de Asia-Pacífico se ha visto tensada por el conflicto geopolítico creado por las reivindicaciones territoriales contrapuestas en el Mar de China Meridional.
Esto ha creado tensiones diplomáticas en la región que pueden repercutir negativamente en las economías de los países afectados.
Múltiples gobiernos asiáticos reivindican la soberanía sobre rocas, arrecifes y otros accidentes geográficos en ese mar (muy transitado), y la República Popular China es posiblemente la que hace las reivindicaciones más asertivas.
Estados Unidos no reclama ningún territorio en el Mar del Sur de China ni se pronuncia sobre la soberanía de ninguno de sus accidentes geográficos, pero sus autoridades han instado a que las disputas se resuelvan sin coerción y sobre la base del derecho internacional.
Al margen de las disputas de soberanía, los gobiernos de Estados Unidos, China y otros países discrepan sobre los derechos que el derecho internacional concede a los ejércitos extranjeros para volar, navegar y operar en el mar territorial o la Zona Económica Exclusiva (ZEE) de un país.
En los últimos Congresos de Estados Unidos se han examinado los esfuerzos de China por utilizar la coerción y la intimidación para aumentar su influencia en el Mar del Sur de China y se han aprobado leyes destinadas a mejorar la capacidad de Estados Unidos y sus socios para proteger sus intereses, incluida la libertad de navegación y sobrevuelo.
De acuerdo con un análisis del Congreso estadounidense, el Mar del Sur de China es una de las vías navegables más transitadas del mundo y se calcula que cada año transitan por él 3.4 billones de dólares en comercio marítimo, incluido el suministro de energía a Japón y Corea del Sur, aliados de Estados Unidos.
Conflicto geopolítico
Según la U.S. Energy Information Administration, ese mar contiene unos 11,000 millones de barriles de petróleo clasificados como reservas “probadas” o “probables” -un nivel similar a la cantidad de reservas probadas de petróleo en México– y 190 billones de pies cúbicos de gas natural.
También ese mar contiene importantes poblaciones de peces, corales y otros recursos submarinos.
La reanudación de las tensiones podría implicar a Estados Unidos. En 2023, las nuevas Directrices de Defensa Bilateral reforzaron los compromisos de seguridad de Estados Unidos en virtud del Tratado de Defensa Mutua entre Estados Unidos y Filipinas, estableciendo que los ataques armados de terceros contra las fuerzas armadas filipinas, incluida la guardia costera, aeronaves o buques públicos “en cualquier lugar” del Mar del Sur de China invocarían los compromisos de seguridad mutua de Estados Unidos en virtud del tratado.