CarbonMeta Technologies planea producir nanotubos de carbono a partir de material de desecho plástico recolectado y capturado.
En 2021, esta compañía comenzó a investigar tecnologías emergentes, asociaciones estratégicas de propiedad intelectual y oportunidades comerciales de crecimiento sostenible relacionadas con la producción de hidrógeno y productos de carbono de alto valor a partir de flujos de desechos orgánicos.
Trabajando en cooperación con Oxford University Innovation, CarbonMeta planea implementar tecnologías probadas y patentadas para agregar valor a los flujos de desechos orgánicos
Al utilizar estas tecnologías patentadas comprobadas, el material de desecho plástico recolectado y capturado se puede reciclar y convertir en productos de alto valor como nanotubos de carbono (CNT, por su sigla en inglés) y gas hidrógeno.
Los CNT se pueden utilizar para mejorar la conducción eléctrica y los materiales de refuerzo que se utilizan en una amplia variedad de industrias, incluidas la industria automotriz, la industria de la aviación, la industria médica y la construcción.
El principal motor de crecimiento es la creciente necesidad de baterías de alto rendimiento para el mercado de vehículos eléctricos.
En particular, los CNT tienen una gran resistencia a la tracción y una sobresaliente conductividad térmica.
Nanotubos de carbono
Los residuos plásticos son una materia prima barata y abundante que permitirá a la empresa escalar rápidamente y producir gas hidrógeno a un precio competitivo.
Además, CarbonMeta refiere que el mercado de nanotubos de carbono crecerá previsiblemente de 876 millones de dólares en 2021 a 1,700 millones de dólares en 2026, aunque algunas estimaciones del mercado son incluso mayores.
La demanda del mercado está siendo impulsada por el uso de nanotubos de carbono en revestimientos protectores, baterías de iones de litio, teléfonos móviles y dispositivos informáticos.
CarbonMeta está desarrollando una tecnología que utiliza catálisis por microondas para calentar residuos plásticos y biorresiduos en ausencia de oxígeno para producir hidrógeno y carbono sólido sin generar CO2.
La tecnología, desarrollada por la Universidad de Oxford, es escalable y modular, y tiene el potencial de procesar millones de toneladas de plástico en todo el mundo.
La empresa planea lograr esta escala a través de asociaciones y asociaciones de empresas conjuntas con empresas energéticas globales, empresas de gestión de residuos y empresas de remediación de residuos en todo el mundo.