27 de Noviembre, 2024

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La demanda de níquel para baterías de autos

2 octubre, 2023
Automotriz
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Según Wood Mackenzie, la demanda mundial prevista de níquel en precursores de baterías para vehículos eléctricos y almacenamiento de energía aumentará 36% en 2022, hasta 434 kt.

Sus previsiones también consideran que esta demanda se incrementará hasta 750 kt en 2025.

De acuerdo con la empresa Lifezone Metals, la transición hacia una energía limpia está apoyando una creciente demanda de baterías para vehículos eléctricos y almacenamiento de energía, lo que se espera que conduzca a un aumento significativo de la demanda dentro de las materias primas mundiales y las cadenas de suministro de precursores de baterías que dan servicio al mercado.

Wood Mackenzie prevé que un crecimiento anual compuesto posterior del 9% anual llevará la demanda mundial prevista en este segmento a 1.7 Mt en 2035 y a 2,3 Mt en 2050.

El níquel proporciona una alta densidad energética para las baterías y una importante capacidad de almacenamiento, ambas necesarias para ampliar la electrificación.

La respuesta a la crisis del cambio climático está acelerando la demanda de vehículos eléctricos, almacenamiento de energías renovables e infraestructuras relacionadas.

Demanda de níquel

En agosto de 2021, el gobierno estadounidense anunció un objetivo de 50% de ventas de vehículos eléctricos para 2030.

Luego, en octubre de 2021, varios de los principales países y fabricantes de automóviles del mundo se comprometieron en la COP26 de Glasgow a vender 100% de vehículos eléctricos en 2035 en los principales mercados y en 2040 en todo el mundo.

Para fabricar pilas y satisfacer la creciente demanda de baterías, las gigafábricas necesitarán metales esenciales como el níquel, el cobalto y el cobre.

La química de las baterías de níquel, manganeso y cobalto se está convirtiendo en la tecnología predominante en el mercado de los vehículos eléctricos.

A medida que se agotan los yacimientos de sulfuro de níquel de mayor calidad en las minas activas, el nuevo suministro de níquel para baterías ha empezado a depender en gran medida del procesamiento de minerales lateríticos mediante los procesos HPAL y de horno rotatorio-horno eléctrico (RKEF), que son complejos desde el punto de vista medioambiental (en particular el proceso RKEF), mientras que el HPAL en concreto tiene un historial de sobrecostes y retrasos.

 

 

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