BrasilAgro, un inversionista en tierras de cultivo y productor de soja, maíz y caña, describió la situación del glifosato en Brasil y la relación entre herbicidas y productividad.  

En 2018, un tribunal de primera instancia brasileño dictaminó que se prohibía el registro en Brasil de nuevos productos que contenían glifosato, un herbicida ampliamente utilizado en la soja y otros cultivos, y que se suspenderían los registros existentes hasta que el gobierno reevaluara su toxicidad. 

También esta decisión suspendió el registro de otros productos químicos, como el insecticida abamectina y el fungicida tiram. 

Según el Ministro de Agricultura brasileño, esta decisión sería un desastre para la industria agrícola y, por ese motivo, la decisión fue objeto de múltiples apelaciones. 

El 3 de septiembre de 2018, un tribunal de apelaciones revocó la decisión del tribunal de primera instancia. 

Actualmente está permitido el uso de glifosato. Sin embargo, BrasilAgro acota que no puede garantizar que ese químico seguirá estando permitido.

Herbicidas 

BrasilAgro afirma que la prohibición del uso de glifosato para controlar la infestación de malezas podría comprometer la agricultura sin labranza, que es importante para la productividad y la sostenibilidad, y conducir a un mayor uso de otros productos para el control de plagas. 

Actualmente, no existe en Brasil ninguna alternativa para sustituir el glifosato. 

Según BrasilAgro, productos similares tienen un costo elevado y no están fácilmente disponibles para satisfacer la demanda de glifosato. 

BrasilAgro está enfocada en la adquisición, desarrollo y exploración de propiedades agrícolas que esta empresa cree que poseen un potencial significativo para la generación de flujo de efectivo y la apreciación de valor. 

Asimismo, esta empresa busca transformar sus propiedades adquiridas a través de inversiones en infraestructura y tecnologías que permitan el cultivo de cultivos de alto valor agregado (soja, maíz, caña de azúcar y otros) y la ganadería y vender sus propiedades desarrolladas para obtener ganancias de capital.

La semana pasada, la Comisión Europea informó que permitirá el uso de glifosato durante 10 años más en la Unión Europea, luego de que sus naciones integrantes no pudieron ponerse de acuerdo sobre si estaban a favor o en contra de la prolongación.