Las toneladas de carga por kilómetro transportadas (FTK, por sus siglas en inglés) crecieron 14% interanual en marzo de 2017, según el informe mensual de la Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA, por su sigla en inglés) sobre la demanda global de carga aérea.
Marzo registró un récord desde octubre de 2010. La capacidad (medida en toneladas de carga por kilómetro disponibles, AFTK por sus siglas en inglés) se incrementó 4.2% interanual en el mismo mes.
El desempeño de marzo cerró el primer trimestre de 2017 con un aumento de casi 11% (tras el ajuste por el efecto del año bisiesto en 2016). La capacidad aumentó 3.7% en el mismo período (dato desestacionalizado).
El fortalecimiento de la demanda de carga aérea en marzo es consistente con el repunte del comercio mundial y el crecimiento de las exportaciones, que marcaron un máximo histórico en seis años. El aumento del transporte aéreo de materiales de silicio utilizados en sistemas electrónicos de alto valor puede haber contribuido también a los buenos resultados de marzo.
«Marzo cerró el primer trimestre del año con un máximo histórico en seis años y medio. La industria vuelve a recuperar el optimismo a medida que se estabiliza tras varios años de declive”, dijo Alexandre de Juniac, consejero delegado de la IATA
Todas las regiones, excepto Latinoamérica, presentaron aumentos interanuales de la demanda en marzo de 2017. Las aerolíneas en Europa y Asia-Pacífico tuvieron el mejor desempeño (en conjunto, dos tercios del crecimiento total). El resto fue registrado por las aerolíneas de Norteamérica, Oriente Medio y África (esta última, con una contribución más modesta).
Las aerolíneas latinoamericanas tuvieron una caída de los FTK del 4.2% interanual. La capacidad se contrajo un 1.9% durante el mismo período. El sector se ha resentido en 26 de los últimos 28 meses.
La recuperación en los volúmenes desestacionalizados se contrajo también en marzo, alcanzando un mínimo desde octubre de 2010. La demanda ha caído un 18% respecto al máximo de 2014. Los transportistas de la región han logrado ajustar la capacidad, lo que ha limitado el impacto negativo sobre el factor de ocupación