En los últimos años, los fundamentos del mercado mundial del uranio han ido mejorando a medida que el mercado pasa de un mercado impulsado por el inventario a un mercado impulsado por la producción, de acuerdo con Uranium Energy Corp.
Para comenzar: el uranio es un elemento natural y se extrae de depósitos ubicados en Kazajstán, Canadá, Australia y varios otros países, incluido Estados Unidos.
Según la Asociación Nuclear Mundial (WNA, por su sigla en inglés), existen recursos medidos adecuados de uranio natural para alimentar la energía nuclear al ritmo de uso actual durante unos 90 años.
Mercado global
El mercado al contado tocó fondo en noviembre de 2016 a aproximadamente 17.75 dólares por libra U3O8 y se situó en 56.25 dólares por libra el 31 de julio de 2023 (precio al contado diario UxC U3O8).
Por otro lado, la producción cayó a un mínimo de varios años en 2020, alrededor de 122 millones de libras, pero comenzó a recuperarse en 2021 y totalizó alrededor de 129 millones de libras en 2022, todavía muy por debajo de los requisitos del reactor.
Las proyecciones de oferta y demanda global muestran un déficit estructural entre la producción y los requisitos de servicios públicos que promediará más de 44 millones de libras al año durante los próximos 10 años y aumentará a partir de entonces.
Uranio
Uranium Energy Corp. indica que la brecha actual se está cubriendo con fuentes del mercado secundario. Estas incluyen un inventario finito que se espera disminuya en los próximos años.
A medida que los suministros secundarios bajen y las minas existentes se agoten, será crucial nueva producción para satisfacer la demanda.
Para lograrlo, se requerirán precios más altos que motiven nuevas inversiones mineras. Sin embargo, los precios de mercado siguen por debajo de lo necesario para muchos productores.
La invasión rusa de Ucrania ha complicado aún más el suministro de uranio. Rusia es un proveedor clave de combustible nuclear a nivel mundial.
Las sanciones económicas, las restricciones de transporte, la legislación pendiente y el rechazo de los compradores al combustible ruso están causando un cambio significativo en los mercados de combustible nuclear.