Porque la estética eleva la experiencia gastronómica y porque las nuevas generaciones se ven atraídas fuertemente por la imagen, la presentación en la mesa es cada vez más relevante. Al ser así, ¿cómo, pues, hacer un buen emplatado?
Para empezar, de suma valía es la vajilla. Lo mismo para la alta cocina, en la que incluso chefs ayudan al diseño, por ejemplo, de cubiertos, platos, vasos o tazas, que para los hogares, donde la forma, el color y otras características de esos mismos productos pueden mejorar el estilo diario de vida de las familias.
A modo de ejemplo, se puede apreciar la producción de piezas de vajilla en la fábrica de Cramik, ubicada en Querétaro. Sus diseños coordinados facilitan una elección cuidadosa.
Las piezas en esta fábrica se producen de cerámica en forma artesanal, con su belleza atemporal y su versatilidad para distintas ocasiones, a la vez que tienen capacidad de retención de calor y se elaboran con materiales no tóxicos, sin plomo ni cadmio.
Otras vajillas pueden estar hechas de porcelana, plástico, madera, vidrio o acero inoxidable. La elección correcta particular permitirá una presentación de los alimentos atractiva para los comensales.
También de suma valía es el recurso de los complementos, como legumbres, granos y hortalizas servidos con la carne o el pescado, las papas fritas en las hamburguesas, los croutons en las cremas o las salsas en los calamares.
Presentación en la mesa
De acuerdo con Verified Market Research (VMR), el mercado de vajillas en el mundo tuvo un valor estimado de 47,710 millones de dólares en 2022.
VRM predice que para 2030 el valor de este mercado ascenderá a 79,560 millones de dólares, lo que supone una tasa de crecimiento anual compuesta de 6.6% en los siete años concluidos al final de la presente década.
Entre los factores impulsores de este dinamismo están la creciente urbanización; el alza de los ingresos, sobre todo en varios países en desarrollo; una mayor cultura de occidentalización, y el reimpulso del sector hotelero.
Desde la perspectiva de la gestión, TouchBistro, una empresa que opera un sistema de gestión de restaurantes todo en uno, cuando la presentación en la mesa se hace correctamente tendrá como resultado el reconocimiento para el restaurante.
Además, tener un sistema implementado para emplatar ayudará a la hora de realizar un seguimiento del inventario: si se sabe lo que hay en cada plato, en lugar de tirar guarniciones al azar en éste, se sabrá exactamente cuántos ingredientes se utilizan por unidad.
Vajilla
Por otro lado, se cree que el entorno alimentario moderno, que proporciona fácil acceso a un suministro abundante, es uno de los factores clave que contribuyen a una amplia gama de problemas de salud, incluida la obesidad.
En los campos de la nutrición sensorial y la psicología alimentaria, cada vez hay más evidencia de la importancia de los entornos físicos para comer en la percepción de los alimentos y el comportamiento de consumo.
Considerando lo anterior, Charles Spence escribió un artículo en la revista International Journal of Gastronomy and Food Science, donde refiere que el tamaño de la vajilla desempeña un papel importante y directo en la activación de normas de consumo implícitas, ya que muchos consumidores utilizan esta señal visual para calibrar su ingesta de alimentos.
Spence expone la hipótesis de que una pequeña relación espacial entre la comida y la vajilla da la percepción de una porción superior a la real y, por lo tanto, conduce a una mayor saciedad esperada.