Las importaciones de autos a Alemania totalizaron 78,053 millones de dólares en 2023, con Estados Unidos y República Checa como sus principales fuentes.
Esas compras registraron un crecimiento de 13.9% sobre 2022, según datos de la Oficina de Estadística Federal de Alemania.
Alemania es hogar de algunos de los fabricantes de automóviles reconocidos a nivel mundial, como Volkswagen, BMW, Mercedes-Benz, Audi y Porsche.
Después de caer de 72,162 millones de dólares en 2019 a 66,427 millones de dólares en 2020, por la pandemia de Covid-19, las importaciones de autos a Alemania aumentaron a 67,502 millones en 2021 y luego a 68,522 millones en 2022.
Además de las marcas alemanas, otras compañías internacionales tienen una presencia significativa en el mercado alemán, como por ejemplo Ford, Opel (parte de Grupo PSA) y Toyota.
Los cinco mayores proveedores externos de autos en el mercado de Alemania en 2023 fueron: Estados Unidos (8,835 millones de dólares), República Checa (7,949 millones), España (7,939 millones), Eslovaquia (6,785 millones) y México (4,792 millones).
A tasas interanuales, los anteriores resultados tuvieron los siguientes crecimientos: Estados Unidos (8.7%), República Checa (16%), España (0.1%), Eslovaquia (6.7%) y México (24.8 por ciento).
Importaciones de autos
Alemania es también hogar de una sólida industria de proveedores de automóviles que suministran componentes y tecnologías a los fabricantes y está adoptando regulaciones más estrictas en términos de emisiones y está trabajando hacia una movilidad más sostenible.
Otros orígenes destacados de las importaciones de automóviles al mercado alemán fueron: Reino Unido (4,655 millones de dólares, +26.9%), China (4,251 millones, +172%), Sudáfrica (4,009 millones, +41.5%), Italia (3,882 millones, +24.1%) y Francia (3,532 millones, -17.9 por ciento).
El interés en los vehículos eléctricos e híbridos ha crecido significativamente, con los fabricantes alemanes desempeñando un papel clave al realizar inversiones sustanciales en el desarrollo de esta tecnología. A medida que la demanda de opciones más sostenibles aumenta, las empresas automotrices están priorizando la transición hacia vehículos de bajo impacto ambiental.
Sin embargo, desde 2020, la economía global y la industria automotriz han enfrentado varios desafíos macroeconómicos que han afectado tanto la producción como la distribución. Entre estos problemas se incluyen la escasez de chips semiconductores y otros componentes clave, lo que ha afectado la capacidad de producción de vehículos. Además, los altos niveles de inflación en las materias primas y la mano de obra, las tasas de interés elevadas y la falta de mano de obra y energía en ciertos mercados han generado condiciones económicas difíciles que han impactado el sector automotriz.