Cámaras empresariales de México, Estados Unidos y Canadá acordaron promover ante sus respectivos gobiernos no abrir la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) en todos los capítulos.
El convenio fue realizado por Juan Pablo Castañón, presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE); Thomas Donohue, presidente y director ejecutivo de la Cámara de Comercio de Estados Unidos (AmCham), y Perrin Beatty, presidente la Cámara de Comercio Canadiense.
Aunque fue difundido hasta este miércoles, el acuerdo fue pactado el martes en Washington, D.C., en el marco de la 8° reunión del CEO Dialogue México–Estados Unidos.
En una conferencia en México, el presidente del CCE dijo que las tres cámaras convinieron promover que ciertos capítulos del TLCAN no formen parte de la negociación, sin especificar cuáles.
Las cámaras destacaron estos principios:
- Cualquier esfuerzo por actualizar el TLCAN no debe socavar la sólida base que ya existe. En pocas palabras, debemos «no hacer daño». No debemos interrumpir los 1.3 billones de dólares en el comercio anual que cruza nuestras fronteras.
- Un acuerdo actualizado debe seguir siendo trilateral. Durante más de dos décadas, las empresas han confiado en el marco trilateral existente del TLCAN como base para nuestra cooperación. La creación de normas divergentes socavaría nuestra competitividad al aumentar los costos de las empresas y perturbar los flujos comerciales existentes, así como los empleos que dependen de ellos.
- Nuestros líderes deben entender que la modernización debe significar la actualización del TLCAN, mientras se conservan los beneficios actuales.
- Debemos actuar con rapidez. Los negocios prosperan cuando el futuro está claro y los riesgos aparentes pueden ser abordados, por lo que la incertidumbre persistente sobre el futuro del comercio norteamericano sólo suprimirá el crecimiento económico en los tres países.
- Es vital que los tres gobiernos sigan consultando con el sector privado durante el proceso de negociación. Con el aporte y la participación de las comunidades empresariales de los Estados Unidos, Canadá y México, el proceso será más predecible y será más fácil construir un amplio apoyo en toda América del Norte.