Las exportaciones de pescados, moluscos y crustáceos de Japón a China cayeron 42% en 2023, afectadas por restricciones relacionadas con una planta nuclear.
De acuerdo con datos del Ministerio de Finanzas de Japón, esa caída implicó que las exportaciones referidas totalizaron 320 millones de dólares.
Con ello, China pasó de la primera a la segunda posición entre los principales destinos de las exportaciones japonesas de pescados, moluscos y crustáceos.
Estados Unidos quedó en primer lugar con 337 millones de dólares, al aumentar sus compras japonesas 12% a tasa anual.
El gobierno de Japón ha mostrado preocupación por el hecho de que China, Hong Kong, Macao y Rusia siguen aplicando una medida restrictiva del comercio para suspender las importaciones de productos acuáticos desde Japón sin justificación, desde su punto de vista.
Para explicar: el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) concluyó que el vertido del agua tratada en la central nuclear Fukushima Daiichi de Japón no constituye un problema de inocuidad alimentaria.
La descarga del agua se trató mediante el sistema avanzado de tratamiento de líquidos (ALPS) de Japón.
Exportaciones de pescados
En conjunto, las ventas externas globales de pescados, moluscos y crustáceos desde Japón sumaron 1,650 millones de dólares en 2023.
En su mayor parte, el efecto China hizo que las exportaciones de esta canasta de productos japoneses al mundo bajarán 16% en comparación con 2022.
Viendo esto, el gobierno de Estados Unidos manifestó que comparte las preocupaciones de Japón.
Al contrario de la posición china, Estados Unidos considera que esa agua tratada no plantea preocupación en cuanto a la seguridad pública.
Principios científicos
En segundo lugar, la descarga tendrá una repercusión insignificante en cualesquiera concentraciones de elementos en aguas internacionales.
Por lo tanto, Estados Unidos dijo que no puede considerarse que la aplicación de la medida por los cuatro Miembros de la OMC esté basada en principios científicos.
Además, Estados Unidos señaló que las propias centrales nucleares chinas que operan en el territorio chino liberan cada año una cantidad varias veces superior de ciertos compuestos radiactivos, como el tritio, a la que liberará la central nuclear Fukushima Daiichi.
En conclusión, agregó, esto socava las alegaciones de China sobre la preocupación que le suscitan los mismos compuestos por motivos de seguridad.