BlackRock Latin American Investment Trust destacó sus beneficios obtenidos a través de Fibra Uno y el nearshoring (relocalización) en México.
De acuerdo con este fondo gestionado por BlackRock, las acciones de Fibra Uno se han beneficiado por la deslocalización, es decir, el aumento de la inversión extranjera y la demanda de propiedades industriales.
La acción también subió tras el anuncio de una posible oferta pública inicial en la que la empresa crearía un nuevo vehículo de sus activos inmobiliarios industriales.
Fibra Uno y el nearshoring
El mercado industrial en México ha seguido experimentando un crecimiento significativo y una demanda constante en las principales ciudades monitoreadas, como Ciudad de México, Monterrey, Guadalajara, Querétaro, la zona de Guanajuato, Tijuana, Ciudad Juárez y Puebla.
Resultados financieros de Fibra Uno
La demanda se centra principalmente en inmuebles destinados a distribución y manufactura.
En los últimos dos años, la alta demanda ha llevado a una rápida ocupación de la limitada disponibilidad, impulsando a los desarrolladores a construir nuevas naves industriales.
Sin embargo, la demanda persiste, y muchos inquilinos optan por pre-arrendamientos. Es relevante destacar que el nearshoring en México sigue en aumento, principalmente impulsado por empresas que han trasladado sus operaciones de Asia a México para ingresar a los mercados de Estados Unidos y Canadá. Además, algunas empresas han optado por el «flight to quality» como estrategia para mejorar sus condiciones.
Fabricación cercana
Desde el punto de vista del banco Barclay Pearce Capital (BPC), el impulso global para lograr resiliencia en la cadena de suministro en forma de fabricación en cercanía ha beneficiado a México debido a su proximidad a uno de los mercados de consumo más grandes del mundo.
Si bien la proximidad de México, los costos laborales y la creciente infraestructura lo convierten en una opción atractiva, no se pueden ignorar desafíos como la delincuencia.
Sin embargo, con una inversión continua en seguridad, infraestructura y políticas comerciales, la tendencia de la deslocalización entre Estados Unidos y México continuará, lo que resultará en el desarrollo económico del país.
En particular, la ciudad de Monterrey se encuentra en una fase de expansión, con una activa construcción de nuevas naves industriales. Además, el mercado presenta una demanda considerable y un interés especial por parte de empresas en inmuebles que se alineen con las estrategias de nearshoring.