Los inversionistas a nivel global tienen una perspectiva optimista sobre la economía en el continente americano, reveló una encuesta levantada por la consultoría AT Kearney.

A la pregunta de, en comparación con el año pasado, ¿cómo ha cambiado su perspectiva sobre la economía de América?, 36% de los inversionistas eligió la opción “más optimista”, 47% seleccionó “sin cambio” y 17% escogió “más pesimista”.

La encuesta fue realizada en enero pasado a 504 ejecutivos de empresas, las cuales obtuvieron ingresos anuales iguales o superiores a 500 millones de dólares y tienen sus oficinas centrales en 27 países que, a su vez, representan en conjunto más de 90% de los flujos de Inversión Extranjera Directa (IED) global en los años recientes.

También los inversionistas mostraron una perspectiva más favorable en comparación con el año pasado para los mercados desarrollados.

A la interrogante de ¿su perspectiva sobre la economía estadunidense es más positiva o más negativa, en comparación al año pasado?, 42% eligió “más positiva” y 14% optó por “más negativa”. Para el caso de México, las respuestas fueron 22% contra 18%, respectivamente.

En la clasificación general, México cayó de la posición nueve a la 18 entre las economías más atractivas para recibir IED. Estados Unidos lideró la clasificación, seguido por China, Canadá, Alemania, Reino Unido, Japón y Australia.

Brasil cayó del lugar 12 al seis, mientras que Chile, quien el año pasado estaba en la posición 17, quedo fuera de la clasificación, en la que están considerados las 25 naciones más atractivas.

“Las reformas estructurales generaron expectativas altas en la economía mexicana que no se han logrado concretar”, dijo Ricardo Haneine, socio líder de AT Kearney en México.

Haneine expuso que como resultado de la reforma energética, se esperaba una inversión de alrededor de 62,000 millones de dólares durante el periodo de 2015-2018.  “Sin embargo, la inversión real ha sido significativamente inferior (400 millones de dólares en 2015), y la primera ronda de asignación de campos no logró atraer la participación deseada”, dijo.

Se espera que como resultado de las reforma de telecomunicaciones, se atraiga una inversión de 13,000 millones de dólares entre 2016 y 2018, que complementarán los 4,400 millones de dólares que invirtió AT&T en 2015, con las adquisiciones de Iusacell (2,500 millones) y Nextel (1,900 millones).

Otra forma de interpretar la caída de la posición de México, de acuerdo con AT Kearney, es que como resultado de las reformas estructurales, el gobierno pronosticó tasas de crecimiento anuales entre 4.7 y 5.3% para el periodo de 2015-2018.

Sin embargo, dijo Haneine, se espera que el crecimiento real sea significativamente menor según cifras del Fondo Monetario Internacional y de The Economist Intelligence Unit, que estiman un crecimiento anual entre 2.4% y 3.3% para el mismo periodo.