Canadá enfrenta retos en tecnología limpia y energías renovables, sobre todo por las exportaciones desde China.
Según los Informes de 2024 del Comisionado de Medio Ambiente y Desarrollo Sostenible al Parlamento canadiense, Canadá no está en vías de alcanzar un sector eléctrico sin emisiones de 90% para 2030. Actualmente está en el 82% sin emisiones.
La Asociación Canadiense de Energías Renovables (CanREA) señala la necesidad de una transición antes de implementar medidas punitivas. Según la CanREA, esto permitiría a las industrias de energía renovable y almacenamiento de energía en Canadá adaptar sus cadenas de suministro a nuevas alternativas mientras estas se desarrollan.
Por esta razón, la CanREA recomienda que Canadá no aplique aranceles ni recargos antes de 2028. El plazo permitiría que las cadenas de suministro nacionales o alternativas estén operativas y puedan competir con los productos de tecnología limpia provenientes de China.
Además, la CanREA sugiere que cualquier arancel o recargo se introduzca de forma gradual. Así se facilitaría la transición y minimizaría los impactos en la industria.
Retos en tecnología limpia
Según la CanREA, las tarifas propuestas no impulsarán el desarrollo de una industria en Canadá. Por el contrario, dificultarán que el país alcance sus objetivos de aumentar la generación eléctrica sin emisiones y mejorar el ahorro energético mediante la electrificación.
Por otro lado, la CanREA valora los esfuerzos del gobierno federal por proteger la fabricación canadiense de vehículos eléctricos y sus cadenas de suministro. Las acciones buscan garantizar que las inversiones públicas y privadas, valoradas en miles de millones de dólares, puedan competir de manera justa en mercados nacionales, norteamericanos y globales.
China, sin embargo, ha permitido grandes exportaciones de vehículos eléctricos y otros productos de tecnología limpia. Esto ha sido posible gracias a políticas no comerciales, como subsidios generalizados y estándares laborales y ambientales deficientes o inexistentes. Estas prácticas han reducido los costos de producción y generado un exceso de capacidad.
Como resultado, los precios bajos ponen en riesgo a la industria canadiense de vehículos eléctricos, que podría verse afectada por importaciones baratas. Sin embargo, la situación es diferente para la energía solar y el almacenamiento de energía.
En Estados Unidos, con un mercado interno más grande debido a su población y sus necesidades energéticas, las inversiones en tecnología limpia han crecido significativamente. El crecimiento ha sido impulsado por miles de millones de dólares en subvenciones y créditos fiscales.
Por el contrario, Canadá no cuenta con una producción significativa de baterías, piezas de baterías, semiconductores para productos solares o productos solares propiamente dichos. Esto limita la capacidad del país para competir en el mercado de tecnología limpia.