Estados Unidos y México se coordinan para proporcionar recursos de gas natural que ayuden a reducir los costos de energía en Centroamérica y conecten la red eléctrica de México con América Central.
Considerando los volúmenes de gas natural que maneja México, nacionales e importados, el gobierno de Guatemala busca impulsar la expansión de la capacidad de transporte de este recurso especialmente en la zona sur.
A su vez, México está interesado en desarrollar una obra para extender el gasoducto de la ciudad mexicana Salina Cruz a Guatemala y, posiblemente, al resto de la región.
En el 2015, se firmaron protocolos relacionados con el comercio y transporte de gas natural entre México, Guatemala, Honduras y El Salvador.
El Consejo Nacional de Energía de El Salvador afirmó que México y Guatemala han identificado que la integración plena de El Salvador para la construcción del gasoducto viabilizaría financieramente el proyecto.
El Salvador participó por primera vez en una reunión técnica el 10 de abril de 2015 y acordó integrarse en forma plena en la definición técnica, regulatoria, legal y comercial del gasoducto.
Desde octubre de 2014, autoridades del sector energético de México y Guatemala celebraron la Primera Reunión del Grupo de Trabajo sobre Interconexión Gasífera, buscando el desarrollo de proyectos energéticos.
En la otra arista, la empresa finlandesa Wartsila anunció en el 2015 la construcción de una central eléctrica en Pesquería, Nuevo León, con una inversión de alrededor de 150 millones de dólares, que usará gas importado de Estados Unidos y la electricidad producida será transportada a través de México para ser consumida en Guatemala.
Wartsila consiguió el contrato “llave en mano” para suministrar a la compañía guatemalteca Energía del Caribe una central eléctrica Flexicycle de 139 mega watts (MW), formada por siete motores de gas del tipo 50SG en ciclo combinado.
Después de aprobarse la reforma constitucional energética de México, promulgada a finales de 2013, la nueva central eléctrica es el primer proyecto transfronterizo de este tipo.
Este proyecto doblará la potencia instalada de Wartsila en México, para llegar a los 280 MW y, englobando la zona de Norteamérica, Centroamérica y El Caribe superará los 7,000 MW.
El hecho de que el gas natural sea una energía más barata y más limpia que otros combustibles fósiles fue un factor clave en el desarrollo del proyecto transfronterizo entre los tres países, y que llevó a que Energías del Caribe firmara el contrato de venta de electricidad en Guatemala, donde no se dispone de ese combustible para la generación eléctrica.
El gas natural es el combustible con mayor crecimiento en el mundo y, según ExxonMobil, emerge como el número uno en el mundo para generación de electricidad en los siguientes 30 años.