México anunció el 9 de mayo que solicitará formalmente la creación de un panel que determine si Estados Unidos cumplió o no con los cambios que le pidió la Organización Mundial de Comercio (OMC) para dejar de discriminar las importaciones de atún mexicano.
La Secretaría de Economía de México ha reiterado que está determinada a imponer represalias comerciales contra Estados Unidos tan pronto como pueda, argumentando que el etiquetado dophin safe (delfín seguro) sigue discriminando la venta de atún mexicano en el mercado estadunidense.
Ildefonso Guajardo, secretario de Economía, anticipó que México también impondría el mecanismo de carrusel, con el cual se rotan de productos a los cuales se les sube los aranceles, conforme se estime conveniente, para presionar más al cumplimiento de las normas de la OMC.
La solicitud de México de aplicar represalias contra su vecino del norte fue presentada oficialmente a la Organización Mundial de Comercio (OMC) el pasado 17 de marzo.
Estados Unidos anunció previamente que las normas más estrictas para el sello dolphin safe se ampliarán al resto del mundo, en un intento de poner fin a un largo conflicto comercial con México; sin embargo, la Secretaría de Economía replicó que estas medidas continúan violando las normas de la OMC.
México pidió a la OMC permitirle imponer represalias por 472.3 millones de dólares anuales a Estados Unidos, y ha anticipado que elevará los aranceles a las importaciones de fructosa estadunidense.
El sello dolphin safe se le ha negado a México aun cuando ha demostrado que protege a los delfines, mientras que Estados Unidos importa atunes de otros países sin que se les exija reglas equitativas para verificar maniobras de protección al cetáceo.
En lugar de aflojar las normas sobre México, la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos (NOAA, por su sigla en inglés) publicó nuevas reglas que elevaron los estándares para todos los demás países.
Estados Unidos perdió la última instancia jurídica de este caso en la OMC, que forma parte de un conflicto durante el cual se ha obstaculizado de distintas formas la entrada del atún mexicano al mercado estadounidense desde 1980, primero por medio de embargos y luego con barreras no arancelarias.
Ninguna de las grandes cadenas minoristas en Estados Unidos coloca latas de atún mexicano en sus anaqueles, argumentando que no porta el sello dolphin safe.
Estados Unidos violó tres artículos de la OMC que obligan a otorgar un trato “no menos favorable” a los productos de otros países en cuanto a sus propios productos o productos de terceros países; exigen a las naciones a conceder el trato de nación más favorecida, y ordenan proporcionar un trato nacional.
Según la Comisión Interamericana del Atún Tropical (CIAT), las muertes de delfines por la flota mexicana han llegado prácticamente a cero, puesto que por cada lance de red hay una media de mortandad de 0.10 delfines (cuyas especies involucradas no están en peligro de extinción).
En contraste, la industria del atún de otras regiones no enfrenta los mismos requisitos, ya que los propios capitanes de los barcos pueden certificar laxamente que no se dañó a ningún delfín.