El gobierno de Brasil pidió una mayor participación de su país en las importaciones mexicanas de agroalimentos, las cuales son abastecidas en una alta proporción por Estados Unidos.
En el primer semestre de 2017, México importó agroalimentos por 16,200 millones de dólares, 76.7% de ellos originarios de Estados Unidos y sólo 1.1% procedentes de Brasil, según datos de la Secretaría de Economía.
“Hay mucho potencial de importación por parte de México, y Brasil no quiere estar fuera de ello”, comentó Roberto Jaguaribe, vicepresidente de la Agencia para la Promoción de Exportaciones e Inversiones (Apex-Brasil).
En 2016, Estados Unidos se ubicó como el mayor exportador de bienes agrícolas del mundo con 165,000 millones de dólares, seguido por la Unión Europea (160,000 millones, considerando ventas fuera del bloque) y Brasil (77,000 millones de dólares).
México y Brasil concluyeron este jueves, en la Ciudad de México, la Séptima Ronda de Negociaciones para la Ampliación y Profundización del Acuerdo de Complementación Económica No. 53 (ACE 53), en la que se intercambiaron las listas de los productos propuestos a desgravar.
“Las complementariedades están en algunos intereses industriales claros que tiene México en el mercado de Brasil, como automóviles y autopartes; el interés de Brasil más claro es en la agricultura, donde México tiene un mercado totalmente cerrado para nosotros y abierto para Estados Unidos”, agregó Jaguaribe.
Aunque con cuellos de botella marcados, la ventaja logística de transporte de Brasil ha crecido en los últimos años conforme ha aumentado la producción local, al tiempo que prosigue con su interés de diversificar sus exportaciones, dijo Sergio Bortolozzo, vicepresidente de la Asociación Brasileña de Productores de Soja (Aprosoja).
“Creo que hay una oportunidad para México de buscar nuevos socios, con esta renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) habrá nuevas oportunidades para nuevos socios”, estimó Adolfo Fontes, analista de Rabobank, quien participó en el Salón Internacional de la Avicultura y del Cerdo (SIAVS, por su sigla en portugués), en São Paulo, Brasil.
Fontes expuso que, a veces, los precios y las tasas de tipo de cambio permiten que haya un intercambio de maíz entre Estados Unidos y Brasil. “Algunas veces para Estados Unidos es más caro abastecer de maíz sus zonas del litoral desde la producción del centro del país, que importar ese grano de Brasil, porque el trasporte es más caro y puede haber un precio en Brasil más bajo”, dijo.
Consecuentemente, agregó, Brasil puede exportar maíz a México si se eliminan los aranceles, dado que tiene excedentes de ese grano para exportación, con dos zafras por año, en invierno y verano.
En 2016, los mayores exportadores del maíz del mundo fueron: Estados Unidos (10,336 millones de dólares), Argentina (4,187 millones) y Brasil (3,740 millones).
“El grano principal de exportación de Brasil es la soya, pero el maíz es también un grano que producimos con mucha competitividad y con abundancia suficiente. México, por supuesto, es un mercado enorme porque la alimentación mexicana es basada en el maíz”, dijo Jaguaribe.