Además de los bancos comerciales, en México existen bancos de desarrollo que son entidades públicas que tienen el objetivo fundamental de facilitar el acceso al crédito y los servicios financieros en determinados sectores.
Las propias leyes orgánicas de las instituciones de la banca de desarrollo determinan el sector que le corresponde a cada una, a la vez que se le aplica a la banca de desarrollo las mismas normas prudenciales que a la banca comercial.
Existen seis bancos de desarrollo que se centran en: el sector empresarial (Mipymes en particular), las obras públicas, el comercio exterior, la vivienda, el sector militar y el ahorro y crédito. Se trata de Nafin, Banobras, Bancomext, Sociedad Hipotecaria Federal, Banjército y Bansefi.
En diciembre de 2015, los activos de la banca de desarrollo fueron de 1 billón 547,177 millones de pesos. Los principales bancos de desarrollo son el Banobras y Nafin, que concentraron el 69% del total de activos en 2015.
En el marco de la reforma financiera de 2014 se revisó el mandato de la banca de desarrollo y se flexibilizaron sus operaciones con el propósito de proporcionar un mayor volumen de créditos. En 2015, los bancos de desarrollo concedieron créditos por un total de 768,615 millones de pesos.