El presidente estadounidense, Donald Trump, informó que planea introducir una nueva iniciativa para premiar a las empresas estadounidenses que se queden en su país y castigará a aquellas que decidan trasladar operaciones al extranjero.
“Tengo otra iniciativa… una iniciativa de desarrollo económico, que creo que es fantástica. Nadie sabe de esta idea, que apenas la estoy diciendo por primera vez… Serán incentivos de desarrollo económico para compañías. Incentivos para que las compañías estén aquí”, dijo en una entrevista con la revista estadounidense Forbes.
Trump no incluyó al Impuesto de Ajuste Fronterizo (BAT, por su sigla en inglés) entre sus prioridades como parte de los grandes lineamientos de la reforma fiscal presentada en abril pasado.
Ese impuesto fue impulsado por Kevin Brady, presidente de la Comisión de Medios y Arbitrios de la Cámara de Representantes, y Paul Ryan, presidente de la Cámara baja de Estados Unidos.
El debate sobre el BAT se dio en el contexto de la discusión de la reforma fiscal en Estados Unidos y de la necesidad de ese país de financiar una posible reducción en el impuesto corporativo.
Una vez que Trump propuso, como parte de su reforma tributaria, un recorte a la tasa impositiva para negocios pequeños de 39.6% a 15%, Brady y Ryan sostuvieron que el BAT es necesario para pagar los recortes fiscales globales y también para impulsar a los exportadores estadounidenses.
Desde su campaña a la fecha, Trump ha variado sus amenazas en esta materia: primero dijo que impondría un arancel de 35% (no lo permiten en ese nivel las reglas de la OMC), luego planteó que fijaría un “impuesto fronterizo” y posteriormente sostuvo que aplicaría “créditos” a la exportación.