De todas las exportaciones que dirige México a Estados Unidos y Canadá sólo 4% enfrentaría “picos arancelarios”, lo que implica el pago de aranceles mayores a 9%, informó Ildefonso Guajardo, secretario de Economía.
En el sector industrial, los mayores aranceles que tendrían que pagar los exportadores mexicanos en las aduanas estadounidenses serían para: suéteres (32%), playeras y camisetas (32%), pantalones de fibra sintética para hombres o niños (27.9%), vehículos para el transporte de mercancías de peso de carga máximo de hasta 20 toneladas (25%) y pantalones de algodón (16.6 por ciento).
“Si entras a una cinta con información privilegiada, ves el número de jugadores involucrados. ¿Quiénes son? Las tres empresas que producen camionetas, o los que producen melones o espárragos. Te puedes juntar con esos actores y diseñar una estrategia alternativa de cómo diversificar, de cómo mejorar, de cómo ayudarles en competitividad”, dijo Guajardo, en una entrevista en la Ciudad de México.
Los productos agropecuarios que enfrentarían mayores aranceles en Estados Unidos, sin el TLCAN, serían: espárragos (21.3%), vegetales (20%), “Kale” (20%), melones, sandías y papayas frescos (17%), vegetales sin cocer congelados (14.9%), fresas congeladas (11.2%), carne de bovino deshuesada (10%), vegetales preparados o conservados en vinagre (9.6%), salsas y preparaciones (6.4%) y chocolate (6 por ciento).
De acuerdo con datos de la Secretaría de Economía, del total de las exportaciones mexicanas registradas en el año pasado, 70% se dirigieron a Estados Unidos y Canadá, y de esa porción solo 20% pararía aranceles, por lo que 80% quedaría liberalizado, tal como ahora ocurre con el TLCAN vigente.
Finalmente, del 20% que sí pagaría aranceles, 16% tendrían aranceles promedio de hasta 9% y el restante 4% correspondería a los picos arancelarios.
Guajardo destacó que tanto Estados Unidos como el mundo, en general, han venido reduciendo unilateralmente sus aranceles de Nación Más Favorecida (NMF) y precisó que el 80% de los productos mexicanos podrían entrar con arancel cero o “sin reclamar” el beneficio del TLCAN.
En la OMC, cada nación establece topes a sus aranceles y está obligada a dar a todos la condición de NMF, expresión que parece sugerir que se trata de algún tipo de trato especial para un país determinado, pero que en realidad significa cobrar sus respectivas tarifas a la totalidad de miembros por igual.
El arancel promedio simple que aplica Estados Unidos a los miembros de la OMC es de 3.5%, con picos en productos como bebidas y tabaco (19.1%), lácteos (16.6%), azúcares y artículos de confitería (16.4%), prendas de vestir (11.6%), Textiles (7.9%), semillas oleaginosas, grasas y aceites (7.2%) y petróleo (6.5 por ciento).
En contraste con los datos y el sentido que ahora muestra Guajardo, la Secretaría de Economía advirtió a mediados de año que de salirse Estados Unidos del TLCAN, 75% de los productos exportados por México a Estados Unidos tendría un incremento de aranceles.
“La consecuencias de no participar en esta modernización, o bien las consecuencias de tener un mal acuerdo, son muy delicadas”, dijo la dependencia en un informe al Senado de la República sobre el inicio de la renegociación del TLCAN.
La Secretaría de Economía indicó entonces que si no se renegocia el TLCAN, se corre el riesgo de no participar en el desarrollo de las nuevas disciplinas de comercio en bienes, servicios, inversión, propiedad intelectual, compras de gobierno y otras, con las que México tendría, en los hechos, que coexistir aun sin haber participado en su elaboración.