La Organización Mundial del Comercio (OMC) emitió este jueves un fallo inicial en el que concluye que las reglas de etiquetado de atún Dolphin-safe de Estados Unidos ya no discriminan a los productos de atún mexicano, una resolución que será apelada por México, según informó la Secretaría de Economía.
México había ganado un panel de solución de controversias en este mismo caso, que le permitió imponer represalias desde mayo pasado contra Estados Unidos por 163.13 millones de dólares anuales, luego de comprobarse que restringió con el etiquetado Dolphin Safe (delfín seguro) las importaciones de atún mexicano violando las normas internacionales.
El caso tuvo dos consideraciones relevantes: tras haber perdido el panel, Estados Unidos ajustó sus reglas sobre este etiquetado en 2016 y, por otro lado, México nunca aplicó las represalias, las cuales podrían haberse suspendido si los nuevos cambios normativos estadounidenses acababan con la discriminación.
La etiqueta Dolphin safe se le ha negado a México aun cuando ha demostrado que protege a los delfines, mientras que Estados Unidos importa atunes de otros países sin que se les exija, según el gobierno mexicano, reglas equitativas para verificar maniobras de protección al cetáceo.
En lugar de aflojar las normas sobre México, la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos (NOAA, por su sigla en inglés) publicó nuevas reglas que elevaron los estándares para todos los demás países.
En 2016, Estados Unidos modificó sus reglas relacionadas con el etiquetado de atún, con el objetivo de orientarlas a solucionar el problema extendiendo a los buques pesqueros que operan fuera del Océano Pacífico Oriental (OPO) dos requisitos que anteriormente sólo se aplicaban a los buques dentro de ese océano, en el que operan las empresas mexicanas.
En términos generales, estos requisitos exigen que el capitán del buque certifique que ningún delfín resultó herido durante el viaje de pesca y que un observador a bordo estará presente en determinadas circunstancias para certificar que el atún fue capturado de manera segura para los delfines.
México señaló que la medida sobre el atún de 2016 exige a los capitanes de buques que no son de cerco que certifiquen que no emplearon de forma deliberada sobre los delfines artes como palangres o redes agalleras.
Según el gobierno mexicano, no obstante, la explicación del concepto «deliberado» en la notificación del Federal Register que acompaña a la publicación de la medida sobre el atún de 2016 es “vaga”, otorga unas “facultades discrecionales considerables” al capitán y parece diseñada para fomentar la “elusión”.
Además, México afirma que no hay ningún incentivo para que los capitanes informen con sinceridad a este respecto y, sin observadores, no existe ningún mecanismo para asegurar la exactitud de las certificaciones.
Según la Comisión Interamericana del Atún Tropical, las muertes de delfines por la flota mexicana han llegado prácticamente a cero, puesto que por cada lance de red hay una media de mortandad de 0.10 delfines (cuyas especies no están en peligro de extinción).
Ninguna de las grandes cadenas minoristas en Estados Unidos coloca latas de atún mexicano en sus anaqueles, argumentando que no porta el sello Dolphin safe.