Países latinoamericanos tendrían oportunidades de incrementar sus exportaciones a México en el caso de que Estados Unidos abandone el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), según un análisis de la Comisión Económica para América Latina (Cepal).
El ejercicio se concentra en los cambios en el mercado de México, ya que actualmente es el mercado con mayor protección regional, especialmente en los sectores agrícola, ganadero y agroindustrial. El arancel promedio de Nación Más Favorecida (NMF) aplicado por México en dichos sectores a los países con los que no tiene acuerdos vigentes es de 8, 9 y 18%, respectivamente, mientras que para los Estados Unidos y Canadá aplica tasas mucho menores.
En esos mismos sectores, los Estados Unidos representan 70, 73 y 83% del total de las importaciones de México. Específicamente, el análisis se concentra en el cambio en las cuotas de los Estados Unidos y América Latina y el Caribe en el mercado mexicano en los diversos escenarios.
En una situación de término del TLCAN, el PIB de México caería un 1.9%. La caída sería levemente menor (1.6%) en caso de que simultáneamente entrara en vigor un acuerdo comercial latinoamericano.
Por su parte, la región (excluido México) registraría un aumento del PIB de un 0.3 por ciento.
“De abandonar Estados Unidos el TLCAN, la mejor opción para México sería profundizar su integración con el resto de la región y así amortiguar el efecto adverso del término de sus preferencias actuales con los Estados Unidos”, dijo la Cepal.
Por otra parte, un acuerdo regional de amplio alcance permitiría a los países de la región, especialmente de América del Sur, ampliar su comercio con México, inclusive en el caso para el que no existiera una liberalización adicional entre México y los países de América del Sur con los que no ha suscrito acuerdos de amplio alcance.
El impacto positivo de un acuerdo comercial latinoamericano para el PIB de la región es ligeramente mayor si dicho acuerdo coincidiera con el término del TLCAN. Ello se debe al previsible desplazamiento de las importaciones mexicanas desde proveedores estadounidenses a proveedores de otros países de la región. Se advierte que estas simulaciones no consideran la remoción de barreras no arancelarias, que determinaría aumentos mayores en producto y bienestar.