Gobierno de China busca que México le pague 600 millones de dólares (11,294 millones 520,000 pesos aproximadamente) por la cancelación del tren de alta velocidad México-Querétaro, informó Aristegui Noticias.
Para el gobierno de ese país, las autoridades no actuaron de manera transparente, de buena fe, ni garantizaron un debido proceso legal, según un documento obtenido vía Transparencia por el portal de noticias.
China sufrió un revés cuando el gobierno de México revocó en 2014 un contrato por 3,750 millones de dólares concedido a China Railway Construction Corp. para la construir un sistema de tren bala de 210 kilómetros en el país, a raíz de un escándalo.
Los críticos dijeron que la oferta se ha visto comprometida desde el principio, al estar en el consorcio liderado por China Railway una filial de un contratista del gobierno, que era dueño de una propiedad que la esposa del presidente de México, Enrique Peña Nieto, se encontraba en el proceso de comprarla. Un total de 16 participantes, incluyendo la alemana Siemens, la canadiense Bombardier y la japonesa Mitsubishi, se habían retirado del proceso de licitación, dejando a la compañía china como ganadora de facto.
La obra fue asignada a un consorcio encabezado por la empresa China Railway, junto con cuatro compañías mexicanas y una francesa, pero la Secretaría de Comunicaciones y Transportes la canceló bajo el argumento de que querían eliminar dudas en la opinión pública sobre la transparencia de la misma.
El diario Reforma publicó que los líderes de empresas mexicanas del consorcio ganador fueron Hipólito Gerard, de GIA+A; Juan Armando Hinojosa, de Constructora Teya, y Olegario Vázquez, de Prodemex.
A pesar de que logró la construcción de la red ferroviaria de alta velocidad más larga del mundo en menos de una década, China parece tener problemas para exportar su tecnología de ferrocarriles de este tipo, de acuerdo con una nota del diario japonés Nikkei publicada en septiembre pasado.
La estatal China Railway Group, que construyó dos tercios de las líneas de ferrocarril de todo el país, rompió su silencio el 31 de octubre con respecto a la terminación abrupta de un proyecto en Estados Unidos con Xpress West, una compañía de ferrocarril de pasajeros interestatal privada bajo la constructora estadounidense Marnell Companies.
El proyecto consiste en la construcción de un tren bala entre Los Ángeles y Las Vegas, con el recorrido de 370 kilómetros que separan las dos ciudades en 80 minutos.
En junio, Xpress West deshizo la alianza, debido a “dificultades asociadas con el cumplimiento oportuno” y el desafío de China Railway para obtener la autorización necesaria que le permitiera “proceder con las actividades necesarias de desarrollo” del proyecto.
“Tuvimos la oportunidad de estar en contacto con (Xpress Occidental); pero no resultó en una negociación integral”, dijo Zhang Xian, vicepresidente de China Railway, según Nikkei. Zhang destacó que el proyecto fue iniciado por el gobierno chino y que su cancelación no tendrá mucho impacto en la empresa.
En septiembre de 2015, se anunció que éste sería el primer proyecto de tren de alta velocidad con inversión china en Estados Unidos, el cual empezaría a construirse en septiembre de 2016.