Las ganancias que obtendría México con nuevos acuerdos comerciales no compensarían en el corto plazo los efectos negativos de la salida de Estados Unidos del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), estimó Raúl Feliz, investigador del Centro de Investigación y Docencia Económica (CIDE).
“El Acuerdo Integral y Progresivo para la Asociación Transpacífico (CPTPP) y los nuevos acuerdos comerciales pueden eliminar los efectos negativos del fin del TLCAN (trilateral); pero esto no puede ocurrir en el corto plazo, porque la economía mexicana sigue muy dependiente de Estados Unidos”, dijo.
El TLCAN, que entró en vigor hace casi un cuarto de siglo, bajó o eliminó muchas barreras al comercio de bienes dentro de América del Norte. El 18 de mayo de 2017, la Oficina del Representante Comercial de Estados Unidos (USTR) notificó formalmente al Congreso la intención de la Administración del presidente Donald Trump de renegociar el TLCAN.
“Tomaría muchos años eliminar el stock negativo (sic) para México”, derivado del abandono de Estados Unidos del TLCAN, agregó Feliz. Según él, el tipo de acuerdo que pretende lograr Trump con la renegociación del TLCAN “no es para beneficiar a México en comparación con el status quo”.
Feliz resaltó que, en cualquier caso, una mayor apertura de México y Canadá, a través de nuevos acuerdos comerciales, incluido el CPTPP, beneficiaría a ambos y permitiría contrarrestar, en cierta forma, las posiciones proteccionistas del presidente Trump.
El retiro del TPP fue la primera acción bajo el nuevo enfoque de política comercial del presidente Trump, que incluye una preferencia declarada por las negociaciones bilaterales de libre comercio sobre acuerdos regionales como el TPP, una visión crítica de muchos TLC existentes en los Estados Unidos y un enfoque prominente en los déficits comerciales bilaterales como indicador de la salud de las relaciones comerciales.
El TLCAN creó compromisos de liberalización comercial que establecen nuevas reglas y disciplinas sobre temas importantes para Estados Unidos, incluida la protección de los derechos de propiedad intelectual, el comercio de servicios, la inversión, el trabajo y el medio ambiente.
Las disposiciones de apertura del mercado del TLCAN eliminaron gradualmente casi todas las barreras arancelarias y la mayoría de las no arancelarias sobre los bienes producidos y comercializados dentro de América del Norte.