Estados Unidos aprobó la posibilidad de que compañías privadas realicen alianzas con Petróleos Mexicanos (Pemex) y la Comisión Federal de Electricidad (CFE), sin que las primeras sean consideradas, por tal liga, como empresas comerciales del Estado, informó una fuente.
Estados Unidos desistió así de su propuesta de acotar a empresas que se asocien con Pemex o la CFE en el marco de la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN).
La Representación Comercial de la Casa Blanca (USTR, por su sigla en inglés) había propuesto bajar los umbrales para calificar como empresa comercial del Estado y, al mismo tiempo, que la definición fuera más amplia. De esa forma, por ejemplo, entraban en tal definición las compañías sobre las cuales Pemex tiene un control indirecto.
El gobierno de México rechazó la iniciativa estadounidense desde que fue presentada en la tercera ronda de negociaciones del TLCAN. Conforme avanzaron las conversaciones, sobre todo en la ronda 5.5, se perfiló la opción de recurrir mejor a lo que se conoce como Acuerdo de Cooperación Conjunta.
La fuente describió este recurso como una alianza (joint venture) temporal, basada en un contrato. Por esa vía, en un dado caso, Pemex podría desarrollar Trion y traer, por contrato, a otras empresas, como Shell o Halliburton, para desarrollar ese campo, sin que estas últimas sean consideradas empresas productivas del Estado.
“No hay razón para meter al redil de empresa comercial del Estado a este consorcio que se armó para este proyecto en específico. Avanzamos mucho en la ronda 5.5 y creemos que este asunto se resolverá”, comentó.
Tras la reforma energética en México, la petrolera egipcia Cheiron Holdings Limited, la australiana BHP Billiton y alemana DEA Deutsche han sido seleccionadas como socias de Pemex para explorar y extraer petróleo.
La misma fuente dijo que Estados Unidos trató de ir más allá en el tema de empresas comerciales de Estado en el TLCAN respecto a lo que se pactó en el Acuerdo de Asociación Transpacífico (TPP, por su sigla en inglés), creando más restricciones para este tipo de compañías.
En el TPP, se acordó asegurar que las Empresas Propiedad del Estado (EPEs) o monopolios designados no discriminen contra empresas, bienes y servicios de otros países Parte. Además, las naciones integrantes convinieron proporcionar jurisdicción a sus tribunales sobre actividades comerciales de las EPEs extranjeras en su territorio, y asegurar que los órganos administrativos que regulan tanto a las EPEs como a compañías privadas, lo hagan de manera imparcial.
En el caso de Vietnam, el TPP era necesario porque empresas estatales reciben subsidios en la industria textil. Los países integrantes acordaron no ocasionar efectos adversos a los intereses de otros países parte de este tratado, al proporcionar asistencia no comercial a las empresas públicas del Estado.
Las regulaciones del TPP podrían entrar en vigor, si los 11 países integrantes, entre ellos México, Canadá y Japón, logran ultimar la negociación de ese acuerdo comercial sin Estados Unidos.