México compró relojes a Suiza por 202 millones de dólares en 2017, un alza interanual de 2.8%, según datos de la Administración Federal de Aduanas de ese país europeo.
Suiza es el mayor exportador de relojes del mundo, con ventas externas por 20,245 millones de dólares en el año pasado.
El sector industrial suizo ha mantenido su participación de alrededor del 18%-19% en el PIB. Los principales sectores en términos de producción, empleo y exportaciones son las industrias químicas y farmacéuticas; las industrias de la maquinaria, la electrónica y la metalurgia; y la industria relojera.
Suiza no tiene política industrial. No hay planes de incentivos específicos para el sector manufacturero, con la excepción del programa de subvenciones a la exportación para productos agrícolas elaborados, como el chocolate. Suiza mantiene una política de apoyo a la investigación e innovación y mejora de las condiciones generales en todos los sectores económicos, pero no es partidaria de promover los intereses de «empresas líderes nacionales».
A principios de la década de 2010, las exportaciones de la industria relojera experimentaron un crecimiento extraordinario, con tasas de doble dígito, entre 11 y 22%; no obstante, desde mediados de 2014, han ido disminuyendo, por causas como la fortaleza del franco suizo y la contracción de la demanda en los principales mercados asiáticos (Hong Kong, China y Japón).
En 2013, se solicitó a la Comisión de Competencia (Comco) que adoptara una decisión con respecto a un caso especial que había surgido en el mercado de la relojería. Tradicionalmente, el Grupo Swatch ha mantenido una posición dominante en el mercado de mecanismos mecánicos de relojería y productos conexos, a saber, los componentes estructurales que se utilizan en la industria relojera suiza para fabricar los relojes mecánicos que llevan la indicación «Swiss made».
El caso giraba en torno a la intención expresada por el Grupo Swatch de suprimir paulatinamente el suministro de estos productos a los fabricantes de relojes de la competencia y, al mismo tiempo, a la necesidad de velar por que no se produjera un abuso de la posición dominante, es decir, que los fabricantes de relojes no se vieran excluidos del mercado de relojes mecánicos ni se les obstaculizara el acceso a este. Se alcanzó un acuerdo amistoso, que autoriza al Grupo Swatch a suprimir gradualmente el suministro para 2019 sin abuso de su posición dominante.