La séptima ronda de negociaciones del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) avanzó más lento de lo esperado con el cierre de tres capítulos: buenas prácticas regulatorias, transparencia y medidas sanitarias y fitosanitarias.
«No hemos avanzado como muchos habían esperado que avanzáramos en esta séptima ronda, solamente cerramos tres capítulos adicionales”, dijo Robert Lighthizer, representante comercial de Estados Unidos, en conferencia de prensa.
«También terminamos trabajos en cuestiones de anexos sectoriales en relación con sustancias químicas y también fórmulas de alimentos de propiedad, y estamos avanzando sustancialmente en telecomunicaciones y en barreras técnicas para el comercio», agregó.
Se esperaba que en esta ronda se cerrarán entre siete y 10 capítulos más. Antes de la misma, ya se habían concluido otros tres capítulos: pymes, competencia y anticorrupción. Las mesas de negociación comprenden 30 capítulos, entre ellos el de energía.
Por su parte, Ildefonso Guajardo, secretario de Economía, destacó que el capítulo de medidas sanitarias y fitosanitarias garantizará la certeza de que los productos agrícolas podrán ser comercializados en América del Norte, sin obstáculos artificiales, garantizando la sanidad animal y vegetal con bases científicas.
“Es un gran avance, porque este capítulo por primera vez prioriza las solicitudes que provengan de América del Norte frente a otros países y permite establecer un plan de trabajo en tiempos razonables para poder abordar lo que llamamos la equivalencia y la regionalización”, dijo.
Guajardo describió que el capítulo de competencia compromete a México, Estados Unidos y Canadá a compartir claramente toda la información que afecte a exportadores, proveedores de servicios e inversionistas, para garantizar el acceso a la información sobre leyes y regulaciones que afecten cualquiera de los temas cubiertos en el nuevo TLCAN.
Finalmente, el capítulo de buenas prácticas regulatorias promueve el desarrollo de un enfoque regulatorio común entre los tres países y la eliminación de regulaciones innecesarias, excesivas y redundantes.
En ese mismo capítulo se establece la creación de un Comité de América del Norte para monitorear la implementación, para el intercambio de información y para el trabajo en conjunto, incentivando buenas prácticas regulatorias.
Guajardo exhortó a sus contrapartes a avanzar en el capítulo de telecomunicaciones, en el que prácticamente los países parten de una visión común de garantizar la libre competencia en los mercados de telecomunicaciones en América del Norte; y el de comercio digital, en el que “sólo hay un obstáculo por salvar”.
También podrían finalizarse pronto los capítulos de obstáculos técnicos al comercio, en el cual falta su adecuación de otro capítulo que influye en éste; el de energía, en el que finalmente se tienen ya los textos necesarios para poder ir a su resumen y conclusión; y el de empresas-propiedad del Estado y el de servicios financieros, que “son capítulos que están al alcance de la mano para poder cerrar”.