Estados Unidos mantiene la incertidumbre sobre si exentará, o no, a Japón y la Unión Europea de los aranceles a las importaciones estadounidenses de acero y aluminio, al tiempo que este sábado funcionarios de los tres países se reunieron en Bruselas, Bélgica, para avanzar en soluciones a la sobreproducción de acero, un problema que radica sobre todo en China.
El encuentro se llevó a cabo entre Robert Lighthizer, representante comercial de la Casa Blanca; Hiroshige Seko, ministro de Comercio e Industria de Japón, y la comisaria europea de Comercio, Cecilia Malmström.
La reunión estaba prevista desde hace tiempo, mucho antes de los anuncios hechos este jueves por el presidente estadounidense, Donald Trump, y se programó en un principio para tratar los problemas vinculados a la sobrecapacidad del sector del acero a nivel mundial.
Seko y Malmström aprovecharon la ocasión para pedir que Estados Unidos los exima de los impuestos a la importación de acero y aluminio; pero ambos transmitieron, al término del encuentro, que no obtuvieron una repuesta positiva inmediata.
Ahí mismo, sin embargo, los tres países acordaron una serie de acciones para hacer frente al exceso de capacidad en el mercado mundial del acero. En una declaración conjunta, se comprometieron a coordinar el tema dentro de la Organización Mundial de Comercio (OMC), así como en otros foros, entre ellos el Grupo de los 20 (G20).
Los planes incluyen trabajar para mejorar la «eficacia y eficiencia» de la supervisión de las prácticas comerciales de la OMC y diseñar normas internacionales más estrictas sobre los subsidios industriales.
El mismo sábado, Trump advirtió a la Unión Europea que se prepare para el aumento de los aranceles al acero y el aluminio, a la vez que amenazó con imponer gravámenes a constructores de automóviles europeos.
“La Unión Europea, maravillosos países que tratan a Estados Unidos muy mal en comercio, se están quejando de los aranceles al acero y aluminio. Si eliminan sus barreras y aranceles horribles a los productos de EEUU, nosotros haremos lo mismo y quitaremos las nuestras. Si no, ponemos impuestos a los coches (…) Prepárense para los aranceles”, dijo a través de su cuenta de Twitter.
Trump impuso este jueves aranceles de 25% a las importaciones de acero y de 10% a las de aluminio, argumentando preocupaciones de seguridad nacional; pero dejó abierta la opción de excepciones para ciertos aliados de su país, entre ellos México y Canadá.
Malmstrom dijo que estaba dispuesta a ir a la OMC para imponer las propias salvaguardas del bloque en un plazo de 90 días, si la Unión Europea no quedaba exenta.
«Hemos sido muy claros respecto a que (la decisión de Estados Unidos) no cumple con la OMC, por lo que acudiremos a la OMC, posiblemente con otros amigos. Tendremos que proteger nuestra industria con medidas de reequilibrio, salvaguardas», dijo.
En comentarios reportados por Reuters, Seko comentó que las medidas «podrían afectar los mercados de acero y aluminio del mundo y tener un impacto negativo».