American Enterprise Institute (AEI) y Heritage Foundation mantienen conjuntamente la base de datos China Global Investment Tracker, que enumera las inversiones chinas globales de 100 millones de dólares o más desde 2005.

La siguiente tabla enumera las 10 mayores inversiones chinas en Estados Unidos hasta junio de 2017, incluyendo la compra de HNA del negocio de alquiler de aviones de CIT Group por 10,400 millones de dólares; la compra que hizo Shuanghui (ahora llamada WH Group) de Smithfield Foods por 7,100 millones; la inversión de HNA de 6,500 millones en Hilton de Blackstone; la compra por parte de HNA de Ingram Micro por 6,000 millones; y la adquisición realizada por Anbang de 5,700 millones de propiedades hoteleras de Blackstone.

Otros inversionistas fueron: Haier, CIC, Dalian Wanda, y Zhuhai Seine Technology and Legend.

A su vez, otras compañías adquiridas fueron: General Electric, Morgan Stanley, Legendary Entertaiment, y Lexmark.

Las políticas del gobierno chino, junto con la mayor incertidumbre de los inversores en China, han contribuido al aumento de los flujos de inversión a Estados Unidos en los últimos años.

En 2017, se estima que los flujos de inversión china a los Estados Unidos disminuyeron con respecto a 2016, ya que el gobierno chino busca limitar las salidas de capital y evitar los riesgos del aumento de la deuda corporativa.

Los sectores de la economía estadounidense considerados estratégicos por el gobierno chino son más propensos a las inversiones chinas, mientras que las inversiones chinas en sectores no estratégicos como entretenimiento, bienes raíces y hospitalidad están disminuyendo en medio de los esfuerzos del Partido Comunista Chino para limitar las salidas de capital y reducir la deuda corporativa.

Algunas empresas chinas tratan de ocultar sus negocios en Estados Unidos a través de compañías ficticias basadas en Estados Unidos o intentan reducir el valor de los activos de Estados Unidos a través de sofisticadas campañas de ciberespionaje.

Estas empresas se están volviendo más sofisticadas en sus intentos de eludir las revisiones del Comité de Inversión Extranjera en Estados Unidos (CFIUS) y otras regulaciones de inversión de los EE. UU.