La producción del negocio Químico de Repsol se concentra en tres complejos petroquímicos, situados en Puertollano, Tarragona (España) y Sines (Portugal), en los que existe un alto nivel de integración entre la química básica y la química derivada, así como con las actividades de refino en el caso de los complejos de España.
Repsol cuenta también con diferentes compañías subsidiarias y filiales, a través de las cuales dispone de plantas dedicadas a la fabricación de compuestos de polipropileno, caucho sintético y especialidades químicas, estos últimos a través de Dynasol, alianza al 50% con el grupo mexicano KUO, con plantas en España, México y China, estas últimas junto con socios locales.
A lo largo de 2017, la actividad química ha mantenido los buenos resultados ya obtenidos en 2015 y 2016, en un año caracterizado por una buena situación del entorno internacional, tanto en lo referente a la demanda como a los márgenes.
Repsol consolidó mejoras de eficiencia y avances en diferenciación destacando la consolidación de la producción de la gama de polietileno metaloceno Repsol Resistex y avances en la gama Repsol Healthcare.
Su volumen de ventas a terceros en 2017 ascendió a 2.9 millones de toneladas, en línea con el volumen de 2016. La situación del mercado unido a una operación favorable de las plantas le ha permitido mantener elevado su volumen de ventas.
En cuanto a las inversiones, éstas se han destinado principalmente a la mejora y optimización de los activos, impulso de la eficiencia, reducción de costes, diferenciación y mejora de los estándares de calidad, seguridad y respeto medio ambiental.
Los principales desembolsos del ejercicio de Repsol se han realizado en proyectos destinados a mejoras de eficiencia, así como proyectos que se acometerán en las paradas plurianuales previstas en 2018, tanto en el complejo de Sines, como en la planta de óxido de propileno/estireno de Tarragona.