El Consejo Americano de Política Automotriz (AAPC, por su sigla en inglés, e integrado por Ford, General Motors y Fiat-Chrysler), manifestó que respalda la nueva “dirección” que han tomado las negociaciones del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) referentes al sector automotriz.
“(La AAPC) y sus compañías miembros respaldan la modernización del TLCAN y aprecian el diálogo constructivo que ha tenido lugar entre la industria estadounidense y la administración para actualizar las reglas de origen automotrices», dijo el organismo en un comunicado.
El AAPC representa los intereses comunes de política pública de sus integrantes, FCA US LLC, Ford Motor Company y General Motors Company, empresas que son el corazón de la base industrial de armado de vehículos automotores de los Estados Unidos y un motor de la economía industrial estadounidense.
«Un resultado equilibrado es fundamental y nos sentimos alentados por la dirección que han tomado las discusiones en las últimas semanas. Compartimos las metas generales de la administración de fortalecer la fabricación de automóviles en los Estados Unidos y crear empleos, y dada la importancia del TLCAN para la industria de los EE. UU. instamos a los negociadores a completar rápidamente las negociaciones», opinó la AAPC.
El gobierno de Estados Unidos hizo el jueves pasado una nueva propuesta sobre las reglas de origen del sector automotriz, en la que plantea incrementar de 62.5 a 75% el valor de contenido regional para que los vehículos automotores puedan evitar el pago de aranceles.
Para la entrada en vigor de esa nueva tasa, habría un periodo de transición de dos años en el caso de los vehículos ligeros y de cuatro años para las camionetas pick ups.
También pidió que 70% del acero y del aluminio de un automóvil sea originario de América del Norte para recibir ese mismo beneficio.
Como una condición adicional, el gobierno estadounidense elevó de 30 a 40% el valor de los insumos, partes y componentes de un vehículos ligero que sólo podrán fabricarse en zonas de América del Norte donde se paguen salarios de 16 dólares por hora en promedio o más para gozar de las ventajas arancelarias, un requisito que no cumple México. Para una pick up, ese porcentaje sería de 45 por ciento.
El plan estadounidense permitiría a los fabricantes de automóviles que los sueldos para investigación y desarrollo, ventas, software y desarrollo de productos cuenten hasta en un 15% de ese umbral, reduciendo efectivamente el requisito al 25% para vehículos livianos y 30% para camionetas.
A su vez, las partes esenciales, como el motor, la transmisión, el chasis y la suspensión, también tendrían que cumplir con un valor de contenido regional de 75% a partir de un plazo de cuatro años. Por lo que respecta a las autopartes “principales”, la tasa sería de 70% y para las “complementarias”, de 65 por ciento.