La empresa mexicana Grupo Lala opera 16 plantas de producción en México, tres en Estados Unidos, nueve en Brasil, una en Costa Rica y tres en Nicaragua, todas de su propiedad.
En algunas instalaciones produce leche pasteurizada, ultrapasteurizada y bebidas pasteurizadas, mientras que en otras instalaciones fabrica productos lácteos y empaques.
Sus plantas dedicadas a derivados se ubican en las ciudades de Torreón (complejo industrial) e Irapuato. Las actividades de fabricación de envases se llevan a cabo en las plantas de Envases Elopak y Tecnopak, ubicadas en La Laguna.
Las fábricas de Grupo Lala dedicadas a la leche pasteurizada, UHT y bebidas pasteurizadas están en Torreón, Irapuato, Ciudad de México, Guadalajara, Tecate, Veracruz, Guatemala, Nicaragua y Costa Rica.
Su planta ubicada en Gómez Palacio, Durango, funciona como un centro de acopio de leche y crema, a la vez que sus plantas de producción de embutidos se sitúa en la ciudad de Tizayuca, Hidalgo. En Brasil cuenta con plantas de leche y quesos.
Las ventas netas en México y Centroamérica de Grupo Lala aumentaron 9.3% para finalizar en 56,938 millones de pesos. El EBITDA de la región en 2017 cerró en 7,910 millones de pesos, representando el 13.9% de las ventas netas, y un incremento de 11.6% en comparación con el año anterior. Este resultado refleja las fuertes iniciativas de productividad, la innovación y el fortalecimiento de nuestro portafolio en la región.
Por cuanto a su mercado de Estados Unidos, la empresa reportó ventas netas de 3,254 millones de pesos, impulsadas principalmente por las iniciativas en el negocio de Yogurt bebible y la expansión de la leche especializada Promised Land. El EBITDA registró una pérdida de 244 millones de pesos, resultado de la estructura de los altos costos fijos en la planta de Colorado, que produce leche Promised Land y productos “Cultured” (queso cottage, crema agria y dips).
El negocio en Brasil tuvo ventas netas de 2,348 millones de pesos en noviembre y diciembre, y un EBITDA de 379 millones de pesos, que incluye los efectos no recurrentes de la adquisición de Brasil; la venta de Itambé y gastos de fusiones y adquisiciones.