El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, amenazó con imponer aranceles a las importaciones de automóviles originarios de México.
«Quiero esperar después de la elección (de este domingo en México). Va a haber una elección y va a ser muy interesante. Tengo la sensación que con él (el ganador de la elección) va a estar bien», dijo Trump en una entrevista con la cadena de televisión Fox News.
«Y la razón es que, si no están bien (las cosas), voy a gravar sus autos que vienen a Estados Unidos. Y eso es lo grande. ¿Tú sabes? Los autos son lo grande. Podemos hablar de acero, podemos hablar de todo lo demás pero la cosa grande son los autos», agregó.
Trump dijo que considera fijar un arancel de 20% a los autos importados de Estados Unidos y originarios de cualquier nación del mundo.
México exportó automóviles al mercado de Estados Unidos por 30,577 millones de dólares en 2017, un alza interanual de 27% y un récord, de acuerdo con datos del Departamento de Comercio estadounidense.
Con ello, México acumuló ocho años consecutivos de crecimiento interanuales en estas ventas externas, siendo 2017 el de mayor dinamismo.
El auge ocurre tras una serie de inversiones en México durante los últimos años dirigidas a instalar nuevas plantas ensamble de automóviles (para el transporte de personas).
México se ubicó en la tercera posición entre los principales países proveedores de autos al mercado estadounidense, debajo de Canadá (43,745 millones de dólares) y Japón (38,780 millones de dólares).
En la racha más reciente, las exportaciones mexicanas de automóviles a Estados Unidos escalaron 4% en 2014; aumentaron 11% en 2015, y avanzaron 1% en 2016.
Al tiempo que se da el dinamismo de México, están por entrar en operación otras nuevas plantas de producción de automóviles y continúa la renegociación de Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), en la que Estados Unidos busca cambiar las reglas de origen del sector con la intención declarada de aumentar el contenido nacional estadounidense.
El TLCAN ayudó a consolidar las reformas de la industria automotriz en México, al eliminar los decretos automotrices restrictivos. También incluyó el desmantelamiento gradual de muchas barreras no arancelarias al comercio, así como provisiones uniformes de país de origen, mayor protección de los derechos de propiedad intelectual y la eliminación de los requisitos de desempeño para los inversionistas de Estados Unidos y Canadá.
Además, muchos fabricantes de piezas han abierto fábricas en México para estar cerca del creciente número de plantas de ensamblaje de vehículos. Las plantas de partes en los tres países suministran a los fabricantes de sistemas automotrices (como los de freno y asientos) y de vehículos de motor sobre todo de los otros países del TLCAN.