Las compras minoristas realizadas en línea por 1,660 millones de personas en todo el mundo durante 2017 sumaron 2.3 billones de dólares, de acuerdo con la Organización Mundial de Comercio (OMC).

Esto representó un aumento del 24.8% con respecto a 2016, y para el año 2021, se anticipa un crecimiento de hasta 4.48 billones de dólares.

El Programa de trabajo sobre comercio electrónico de la OMC se basa en una definición amplia de «comercio electrónico» que abarca la producción, distribución, comercialización, venta o entrega de bienes y servicios por medios electrónicos.

Por lo tanto, la definición incluye el uso de redes, como Internet, para buscar, comprar, publicitar y vender bienes y servicios en línea, así como para suministrar servicios electrónicamente a través de las fronteras.

En Asia Pacífico, las ventas minoristas en línea representaron el 12.1% de las ventas minoristas en 2016, pero representaron solo el 1.8% en Medio Oriente y África.

Los datos sobre ventas mayoristas y comercio electrónico de empresa a empresa y servicios en línea son mucho más difícil de conseguir, pero se estima conservadoramente en 10 veces el volumen del comercio electrónico minorista.

Más recientemente, las ventas a través de dispositivos móviles se han convertido en un factor clave. Según los informes, el llamado m-commerce supuso 58.9% de las ventas digitales de mercancías en 2017, y se espera que represente 70% del tráfico de comercio electrónico para finales de 2018.

Como se ha reconocido en los debates de la OMC, la conectividad es esencial para la participación en el comercio electrónico y los países en desarrollo van a la zaga. Además, aunque casi 54% de los hogares del mundo tuvieron acceso a Internet en 2017, la cifra es de 15% para los Países Menos Adelantados (PMA).

Sin embargo, la barra sigue aumentando a medida que el acceso a Internet de banda ancha, donde la brecha es mayor, ahora se considera esencial. Sin embargo, la banda ancha móvil parece prometedora, creciendo más de 20% anual.

A partir de 2017, la penetración de la banda ancha móvil en los países desarrollados fue cuatro veces mayor que en los PMA, pero la tasa de crecimiento anual de las suscripciones en los PMA supera 50% y los precios en estos mercados siguen una tendencia a la baja.