El secretario de Agricultura, Sonny Perdue, adelantó este martes que el gobierno del presidente Donald Trump prepara un plan para proporcionar ayuda a los agricultores estadounidenses afectados por los aranceles de represalia, el cual sería anunciado en torno al Día del Trabajo, a principios de septiembre.
También comentó que cree que los negociadores del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) están cerca de llegar a un acuerdo general.
Hasta ahora, los agricultores han sido pacientes con el enfoque de la Casa Blanca, dijo Perdue, en un evento en Washington. «Muchos de ellos entienden las razones por las cuales el Presidente ha tomado esto», añadió Perdue. «China no ha cumplido las reglas por mucho tiempo».
Los agricultores son patrióticos, «pero no se puede pagar con patriotismo», reconoció Perdue. Pelear en una guerra comercial es como hacer una dieta, dijo. «Va a ser bueno llegar allí, pero será un poco doloroso mientras tanto».
Estados Unidos enfrenta aranceles de represalia en exportaciones por 75,000 millones de dólares en respuesta a distintas medidas restrictivas del comercio, la gran mayoría enfocadas al sector agrícola y a la industria siderúrgica.
En tanto, Tom Donohue, presidente y director general de la Cámara Americana de Comercio, destacó que las tarifas han pasado de lo político a lo personal para muchos, y la cobertura de noticias locales ha comenzado a contar sus historias.
En Nuevo México, la tienda local KRQE destaca cómo los aranceles comerciales de represalia de Canadá contra los Estados Unidos están costando a la industria de la salsa y el chile de Nuevo México cientos de miles de dólares. «Siempre es preocupante cuando hay aranceles o aumentos de precios cuando se trata de artículos que usamos para nuestra salsa», dijo Gilbert Sánchez, gerente general de un productor de salsa en Albuquerque.
En Michigan, Ken Nobis ha pasado 50 años trabajando en su granja lechera familiar, pero hoy su negocio está bajo presión ya que Canadá, China, la UE y México se han enfocado en la industria láctea y del queso con regulaciones y aranceles adicionales en respuesta a los aranceles de Estados Unidos. «La gente se siente abatida y deprimida, y puedes verlo en sus caras», dijo Nobis, de acuerdo con la Cámara Americana de Comercio.