El gobierno alemán adquirió 20% en la empresa 50Hertz por razones de «seguridad nacional», con el objetivo de impedir a State Grid Corporation of China (SGCC) comprara tal participación en esa compañía que suministra electricidad a unos 18 millones de alemanes.
«Por motivos de seguridad nacional, el gobierno federal tiene un gran interés en proteger la infraestructura energética crítica», dijeron los ministerios de Finanzas y Economía, en un comunicado conjunto.
Consecuentemente, el gobierno alemán ha encargado a un banco público la compra de la participación del 20% puesta a la venta por el fondo de infraestructura australiano IFM y que ha sido solicitada por State Grid de China.
El gobierno alemán presionó a la empresa Elia para que usara su «derecho de tanteo», lo que les otorga prioridad en tales acuerdos. El grupo belga finalmente acordó aumentar su participación del 60 al 80 por ciento.
A principios de 2018, Li Shufu, uno de los 10 hombres más ricos de China, se convirtió en el mayor accionista (10%) del grupo alemán Daimler, matriz de Mercedes-Benz.
Un estudio de la consultora EY descubrió que las empresas chinas compraron 54 compañías alemanas el año pasado e invirtieron 13,700 millones de dólares en la mayor economía de Europa.
China se ha transformado en las últimas cuatro décadas. En 1982, China representó apenas el 2.2% de la producción mundial, pero 30 años después abarca 14.6% del PIB mundial, un aumento de casi siete veces.
China es ahora la mayor economía del mundo (en términos de paridad del poder adquisitivo), fabricante, comerciante de mercancías y titular de reservas de divisas.
La OCDE pronostica que la participación de China en el PIB mundial alcanzará el 28% en 2030.
Por lo tanto, China es una historia de éxito económico moderno: los datos del Banco Mundial sugieren que de 1981 a 2010, 679 millones de personas en China fueron sacados de la pobreza extrema.