Estados Unidos ha reducido su fabricación de automóviles para aumentar la producción de camionetas o camiones ligeros.
Los vehículos llamados light trucks son una clasificación unidades con un peso bruto vehicular de hasta 3,860 kg y una capacidad de carga de hasta 1,815 kg.
Incluyen furgonetas (vans), pick ups, camiones ligeros y vehículos utilitarios deportivos.
Estos vehículos tienen un mayor margen de beneficio para las empresas que los ensamblan.
De acuerdo con la Secretaría de Economía, la especialización en las industrias automotrices de Estados Unidos y México complementa sus respectivos mercados.
México produce principalmente automóviles pequeños y medianos, mientras que Estados Unidos se enfoca en la producción de vehículos con mayor valor en el mercado, tales como SUV y camionetas.
De hecho, desde 2012, 60% de las exportaciones de automóviles mexicanos a América del Norte han sido de automóviles pequeños y medianos.
Las reglas claras y la certeza del acceso al mercado en virtud del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) permiten el comercio intraindustrial y contribuyen a la competitividad global de la industria automotriz de los Estados Unidos.
Esta posición se fijó a finales de junio por Guillermo Malpica, representante de la Oficina del TLCAN en Washington, DC, de la Secretaría de Economía.
Además, prosiguió, promueven mayores flujos de comercio e inversión y permiten el desarrollo de cadenas de suministro más eficientes en la región.
Sinergias bilaterales
Los fabricantes de automóviles aprovechan las ventajas comparativas en términos de mano de obra y capital, así como la proximidad, para agilizar las operaciones, reducir los costos de producción y entregar el producto justo a tiempo, para beneficiar a los consumidores en toda la región y en todo el mundo.
El alto grado de integración entre los Estados Unidos, Canadá y México permite a los fabricantes de automóviles estadounidenses fabricar y competir eficazmente como un bloque regional contra otros en Asia y Europa, y todos ellos dependen de cadenas de suministro regionales estrechamente integradas que incluyen tanto países en desarrollo.
Malpica envió una carta a la Representación Comercial de Estados Unidos (USTR, por su sigla en inglés) para externar su oposición a las intenciones del gobierno del presidente Donald Trump de imponer aranceles globales a las importaciones de autos y autopartes por motivos de seguridad nacional.
Investigan camionetas
El secretario de Comercio de Estados Unidos, Wilbur Ross, inició el 23 de mayo una investigación sobre si las importaciones de automóviles, camionetas, autopartes y camiones livianos representan una amenaza a la seguridad nacional de Estados Unidos, lo que podría concluir en la fijación de aranceles globales a esos productos.
La Sección 232 de la Ley de Expansión Comercial de 1962 (modificada), a veces se denomina «cláusula de seguridad nacional», le otorga al Presidente la capacidad de imponer restricciones a las importaciones que el Secretario de Comercio determina que amenazan con dañar la seguridad nacional.
Malpica expuso que la asociación productiva con México ha permitido a los fabricantes de automóviles estadounidenses optimizar sus procesos de producción, sin los cuales las compañías automotrices estadounidenses tendrían dificultades para competir internacionalmente.
Además, la eliminación de esta asociación coordinada limitaría su capacidad para concentrarse en elementos de alto valor de la cadena de suministro, como el desarrollo de software, el diseño industrial y el desarrollo de componentes especializados y avanzados.
