No sólo Canadá tiene presión en torno a la negociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), sino que también México, afirmó Kenneth Smith Ramos, jefe negociador de ese pacto comercial por parte de la Secretaría de Economía.
En el corto plazo, México cuenta con dos escenarios: uno, que Canadá y Estados lleguen a un acuerdo en principio, tras lo cual las tres naciones deben acordar cuestiones trilaterales para presentar un texto común al Congreso estadounidense en el mes en curso, a fin de que sea firmado por el presidente saliente de México, Enrique Peña Nieto.
Si Canadá y Estados Unidos no llegan a ese acuerdo en principio, el segundo escenario, México y su vecino del norte deberán ajustar la redacción actual de la renegociación del TLCAN, de modo que pase de un tratado trilateral a uno bilateral.
Estados Unidos y Canadá cerraron este jueves otra ronda de negociaciones sin realizar anuncios sobre algún avance en los temas más controversiales de la actualización del TLCAN.
«Elijo mis palabras con cuidado. Hoy hablamos de algunos asuntos. El diálogo fue constructivo. Todos seguimos trabajando muy duro», dijo Chrystia Freeland, ministra de Asuntos Exteriores de Canadá, después de dos reuniones con el representante comercial de Estados Unidos, Robert Lighthizer.
Esto no termina: Kenneth Smith
No se informó de progresos en los puntos críticos, como los relacionados con el sector lácteo de Canadá, el mecanismo de resolución de controversias sobre casos de dumping y subsidios prohibidos, regulaciones culturales canadienses, la industria automotriz y la propiedad intelectual.
Estos y otros asuntos han «pospuesto el cierre de la negociación, pero eso podría resolverse en los próximos días, si no es que en semanas», dijo Smith Ramos en el Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE) en la Ciudad de México.
Freeland debía volver a Canadá para una reunión de ministras de Exteriores y la próxima semana está previsto que viaje a la Asamblea General de la ONU en Nueva York, con lo que la fecha para retomar las negociaciones de alto nivel se desdibuja.
“Nuestros negociadores están prácticamente en contacto constante”, dijo ella, quien ha reiterado que su único objetivo es alcanzar un acuerdo benéfico para su país, sin importar el tiempo que se requiera. “No sería una exageración decir que están trabajando las 24 horas del día y los siete días de la semana”.