La administración del presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) propuso enfocar las represalias a Estados Unidos relacionadas con el caso del acero y el aluminio exclusivamente a esos dos metales, sin incluir a bienes agroalimentarios, como ahora ocurre.
«Lo primero que México tiene que hacer es sonreir, estrechar la mano de Estados Unidos y decir ‘tenemos que trabajar juntos, somos amigos’, y cambiar los aranceles a aranceles espejo que le pegan al sector beneficiado (el acerero)” opinó Jesús Seade, subsecretario para América del Norte.
Las medidas comerciales espejo se refieren a aranceles fijados por un país como represalia por una acción equivalente a los aranceles impuestos por otro país a ciertos productos, y que en ambos casos son iguales o similares.
De esa forma, si las tarifas se aplicaron por Estados Unidos al acero y el aluminio mexicanos, México debe imponer aranceles punitivos a esos mismos productos.
Medidas espejo sobre acero y aluminio
Estados Unidos anunció el 8 de marzo que fijaría aranceles globales de 25% a las importaciones de acero y de 10% a las de aluminio, argumentando preocupaciones de seguridad nacional, y otorgó a 34 países exenciones, las cuales mantuvo a cambio de límites a través de cupos para los casos de Brasil, Argentina, Corea del Sur y Australia, mientras las extendió sólo hasta el 1 de junio para México, Canadá y las 28 naciones de la Unión Europea. Inicialmente, estas tarifas entraron en vigor el 23 de marzo.
Por su parte, el representante de Comercio de Estados Unidos, Robert Lighthizer, no quiso comprometer un acuerdo con México antes de fin de año.
“Es dificil poner un plazo fijo», dijo Lighthizer a la prensa en Buenos Aires, Argentina. «Lo que me pidió el Presidente (Trump) es encontrar una solución satisfactoria para los canadienses y los mexicanos, con acuerdos por separado, pero también para la industria y los consumidores estadounidenses”, añadió.
Por el caso del acero y el aluminio, México tomó la medida de impactar 3,000 millones de exportaciones estadounidenses con un arancel de 20% a productos como manzanas, arándanos y papas desde el 5 de junio. Un mes después, puso en vigor una segunda etapa, elevando las tarifas al queso rallado o en polvo de 10 a 20%; la correspondiente a quesos duros y semiduros, también de 10 a 20%, y la aplicada a “otros” quesos escaló de 15 a 25 por ciento.
También México cobra un arancel de 20% a piernas, paletas y sus trozos de carne de cerdo importados de Estados Unidos desde el 5 de julio.
En 2017, México exportó a Estados Unidos productos de acero por 2,494 millones de dólares y productos de aluminio por 262 millones de dólares, libres de arancel.