Los precios de los metales industriales, como el cobre y el níquel, crecieron ante el continuo fortalecimiento de la actividad manufacturera a nivel global, destacó la Secretaría de Hacienda en el Paquete Económico del 2019.
También influyeron en esa tendencia el impacto de las restricciones ambientales impuestas a la producción en China y la expectativa de interrupciones en la oferta durante 2018 derivada de disputas laborales en minas ubicadas en América del Sur.
A su vez, los precios del oro y la plata aumentaron en enero ante el debilitamiento del dólar observado luego de la reunión de la Reserva Federal de Estados Unidos en diciembre; y el precio del oro continuó impulsado en febrero por la corrección registrada en los mercados accionarios.
Por otra parte, los precios de los productos agropecuarios mostraron una tendencia creciente, impulsados por el debilitamiento en la oferta de trigo en Estados Unidos durante el invierno, en conjunto con el fortalecimiento de la demanda por granos y semillas oleaginosas, así como condiciones climáticas adversas en la región latinoamericana.
Metales industriales y otros commodities
Durante 2017, los precios de la mayoría de las materias primas registraron una recuperación atribuible fundamentalmente a la mejora en las perspectivas para la actividad manufacturera a nivel global y condiciones climáticas adversas que afectaron la oferta de algunos productos agropecuarios.
Según la SHCP, esta recuperación se extendió a los primeros meses de 2018, de forma tal que en febrero se reportó un incremento anual en el índice de precios de las materias primas no energéticas del Banco Mundial de 3.1% y un incremento de 4.7% con respecto al cierre de 2017.
Particularmente, a principios de 2018 los precios de los productos agropecuarios y de los metales mostraron la evolución descrita a continuación:
La actividad industrial continuó en 2017 mostrando una tendencia negativa la mayor parte del año, pero hacia finales de ese año y principios de 2018, pareciera mostrar una incipiente recuperación.
En efecto, la minería registró una reducción debido a las caídas en la plataforma de producción de petróleo y en los servicios relacionados con la minería, si bien muestra señales de estabilización.
Además, la construcción permaneció débil la mayor parte del año, aunque en meses recientes registra una recuperación, posiblemente como reflejo de los esfuerzos de reconstrucción ante los sismos mencionados. En contraste, las manufacturas continuaron expandiéndose, si bien parecerían mostrar cierta desaceleración, particularmente relacionada con la producción de equipo de transporte.