México registró importaciones de 57,984 caballos de enero a octubre de 2018, una baja interanual de 1.9 por ciento.
Estados Unidos se ubicó como el primer proveedor, con ventas al mercado mexicano por 74.4 millones de dólares en ese periodo.
Considerando sólo el segundo trimestre de 2018, Estados Unidos exportó 28,998 cabezas de ganado a México durante el segundo trimestre, una disminución del 8% respecto al mismo trimestre del año pasado y una disminución del 16% respecto del trimestre anterior.
En ese mismo trimestre, los caballos conformaron la mayor exportación de ganado a México, con 19,457 animales que cruzaron la frontera (67% del total de cabezas), seguidos por cerdos (16% del total de cabezas) y ganado ovino y lechero (ambos 7% del total).
La mayoría de los animales cruzaron a través de El Paso y Presidio, Texas, de acuerdo con datos del Departamento de Agricultura de Estados Unidos.
Otros proveedores de caballos de enero a octubre de 2018 fueron: Alemania (20.7 millones de dólares), Países Bajos (6.2 millones), Francia (1.2 millones) y España (1.3 millones).
Compras globales de caballos
En tanto, a nivel mundial, México se colocó en 2017 como el quinto importador de caballos, con 83 millones de dólares, superado por Estados Unidos (562 millones), Hong Kong (129 millones), Australia (116 millones), Bélgica (95 millones).
De acuerdo con importadores mexicanos, los caballos que se importan para sacrificio son revisados por el Servicio Nacional de Sanidad Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (Senasica) de forma exhaustiva y además se matan en rastros Tipo Inspección Federal (TIF), en los que se garantiza que estén en las mejores condiciones para el consumo humano.
Después de que se importan, los caballos se llevan con una guía de movilización que emite gobierno estatal, hasta los rastros TIF para su sacrificio, donde nuevamente los inspectores deben realizar una revisión exhaustiva de la carne en canal.