La UNCTAD estima que el volumen del comercio marítimo mundial aumentó un 3.8% en 2017, con lo que el total asciende a 10,700 millones de toneladas. Además, se prevé que la tasa anual de crecimiento compuesto para esos volúmenes entre 2018 y 2023 sea del 3.8 por ciento.
A ese ritmo, el volumen del comercio marítimo mundial se habrá duplicado en aproximadamente dos decenios.
Si esas tendencias se combinan con un modelo de negocio tradicional del transporte marítimo que no tenga en cuenta los objetivos de sostenibilidad pertinentes, puede socavarse la capacidad del sector para cumplir los objetivos y los planes de sostenibilidad y la Agenda 2030.
En general, la demanda de transporte marítimo es una demanda derivada que se mueve en paralelo con el aumento de la población mundial, las necesidades de consumo, la actividad industrial, la urbanización, el comercio y el crecimiento económico.
En un escenario de referencia, la Organización de Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE) prevé que la demanda total de transporte de mercancías, tanto a nivel nacional como internacional, expresada en miles de millones de toneladas-kilómetros, se triplique entre 2015 y 2050, impulsada principalmente por el crecimiento económico.
Sostenibilidad del transporte marítimo
La reciente aceleración de las innovaciones y los adelantos tecnológicos sugiere que esas tecnologías albergan un gran potencial para apoyar las iniciativas de fomento de la sostenibilidad en el transporte marítimo.
En especial, las tecnologías y soluciones digitales de particular pertinencia para el transporte marítimo incluyen parámetros como la ubicación, la conexión de dispositivos, el análisis de macrodatos, la computación cognitiva y las plataformas abiertas para la captación, el procesamiento y la consulta de datos e información, así como redes y entornos de datos.
Su aplicación podría tener repercusiones en todos los aspectos del transporte, incluidas las operaciones y la planificación, además del diseño, la construcción y el mantenimiento de la infraestructura.
De hecho, las tecnologías y soluciones referidas ofrecen nuevas oportunidades de creación de valor que transcienden las actividades tradicionales como el transporte o la manipulación de mercancías. Sin embargo, quedan muchos interrogantes, habida cuenta de la incertidumbre y, en algunos casos, los riesgos y las vulnerabilidades que pueden conllevar algunas soluciones e innovaciones digitales emergentes.
Esas innovaciones deben evolucionar y madurar para asegurar su amplia aceptación, asequibilidad, fiabilidad y seguridad, y así poder contribuir a los objetivos de sostenibilidad en el transporte marítimo.
Por lo tanto, es importante vigilar las novedades pertinentes.