El indicador IMEF Manufacturero tuvo un aumento de 0.7 puntos en enero, ubicándose en 49.8 unidades, manteniéndose en zona de contracción por tercer mes consecutivo, lo que ha contribuido a la incertidumbre de la economía de México en el corto plazo, según la interpretación de ese Instituto.
Ante todo, el Indicador IMEF es un índice de difusión que evalúa el entorno económico con base en una encuesta de cinco preguntas cualitativas. En particular, el Indicador IMEF está construido para ayudar a anticipar la dirección de la actividad manufacturera y no manufacturera en México y, a partir de la evolución esperada de esos sectores, inferir la posible evolución de la economía en general en el corto plazo.
El Indicador IMEF varía en un intervalo de 0 a 100 puntos y el nivel de 50 puntos representa el umbral entre una expansión (mayor a 50) y una contracción (menor a 50), de la actividad económica.
En principio, cuando el índice se encuentra por encima del umbral, un aumento se interpreta como señal de una expansión futura más rápida; cuando el índice se encuentra por debajo del umbral, un incremento se interpreta como señal de una contracción futura más lenta.
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Por su parte, el Indicador IMEF No Manufacturero aumentó 0.3 puntos durante enero, para situarse en 50.6 unidades y registrar el segundo mes consecutivo en zona de expansión.
El IMEF expuso que las tendencias de los indicadores manufacturero y no manufacturero actualizadas a enero de 2019 sugieren que la debilidad observada en la actividad económica al cierre del año pasado se mantuvo al inicio de 2019, si bien pareciera que esta es mayor en el sector manufacturero. Asimismo, el Comité Técnico del Indicador considera que la incertidumbre en torno al desempeño de la economía nacional en el corto plazo ha aumentado sustantivamente al inicio del año.
Incertidumbre en la economía
Durante su primera reunión del año, los miembros del Comité Técnico del Indicador IMEF reconocieron que la información de coyuntura más reciente indica que la economía mexicana comenzó un proceso de desaceleración hacia fines del año pasado, el cual se espera que continúe a lo largo del presente año.
Asimismo, coincidió en que una serie de eventos, tanto del entorno externo como interno, han elevado sustantivamente la incertidumbre sobre la economía nacional y que realizar pronósticos del crecimiento del PIB para 2019 se ha vuelto una tarea muy compleja. Sin embargo, todos coincidieron en que el balance de riesgos para el crecimiento de la economía nacional es a la baja.
En cuanto al entorno internacional, se destacó que la economía mundial muestra indicios de desaceleración, si bien sigue creciendo a un ritmo moderado.
Todavía en el centro de la preocupación está el desempeño económico de Estados Unidos, que, de acuerdo con algunos analistas, este año podría sufrir una fuerte desaceleración o incluso el comienzo de una recesión.
En prospectiva, uno de los factores de riesgo más relevantes sigue siendo las medidas proteccionistas implementadas en Estados Unidos y en China durante la guerra comercial iniciada el año pasado. Asimismo, sigue siendo fuente de preocupación Europa, por los efectos que tendría sobre la región el no llegar a un acuerdo razonable para la salida ordenada del Reino Unido de la Unión Europea.