México exportó plátanos al mundo por un valor de 259 millones de dólares en 2018, un aumento de 7.9% y un récord, de acuerdo con datos de la Secretaría de Economía.
Los plátanos se pueden cosechar todo el año y son más o menos abundantes según la estación. Se cortan cuando han alcanzado su completo desarrollo y cuando empiezan a amarillear.
Con frecuencia, y especialmente en invierno, se anticipa la recolección y se dejan madurar los frutos suspendiéndolos en un local cerrado, seco y cálido conservado en la oscuridad. El envasado se realiza en cajas de cartón con un peso aproximado de 12 a 15 kilogramos. El transporte de la fruta se realiza en vehículos refrigerados con una temperatura aproximada de 14º C.
Por el contrario, México importó marginalmente plátanos en 2018, con menos de 1 millón de dólares, desde Filipinas y Ecuador.
En cuanto a su volumen, mientras las exportaciones mexicanas de plátanos fueron por 569,875 toneladas, las importaciones sumaron 177 toneladas.
Los principales destinos de las exportaciones fueron Estados Unidos (193 millones de dólares), Japón (13 millones), Países Bajos (11 millones), Rusia (5 millones), Corea del Sur (5 millones) y Ucrania (5 millones).
Comercialización
El envasado de plátano fresco se realiza en cajas de cartón, de tipo telescópico, con un peso aproximado de 12 kg o en platos de 15 kg (este tipo se reserva para la categoría extra). Se clasifican en tres categorías: Extra, Primera y Segunda, según la normativa europea para el plátano.
Los plátanos clasificados en la categoría «Extra» son de calidad superior: los dedos no deben presentar defectos, a excepción de muy ligeras alteraciones superficiales que no sobrepasen en total 1 cm3 de la superficie del dedo.
El transporte de la fruta se realiza en contenedores refrigerados autónomos, con una temperatura aproximada de 14ºC. Si la producción se destina a los mercados europeos, por ejemplo los frutos de Gros Michel se deben embarcar desde los trópicos americanos cuando estén las 2/3 partes de su tamaño maduro, con las costillas bien visibles. Si su destino es EE.UU. los frutos pueden estar casi redondos.
Los dedos seleccionados para exportación se acomodan en una caja adecuada, usando un plástico protector y tapándola adecuadamente, el peso de la caja depende de su destino final.
Los grandes productores en México tienen integrado el proceso de comercialización, pues tienen bodegas en la Central de Abastos de Iztapalapa, en la Ciudad de México, por lo que se estima que el 80% de la producción de los principales Estados productores, se comercializa por este medio.