Thomas J. Donohue, presidente y director general de la Cámara de Comercio de Estados Unidos (US Chamber of Commerce), y Carlos Salazar Lomelín, presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE) de México, anunciaron este miércoles la formación de una alianza para abordar los desafíos migratorios en la frontera.
Así, con el apoyo de sus compañías socias, la Cámara de Comercio de Estados Unidos y el CCE ayudarán a ambos gobiernos a diseñar soluciones que mitiguen la escalada de la crisis migratoria, y a implementar una hoja de ruta estratégica en el plazo inmediato.
“Como líderes de los sectores privados de Estados Unidos y México, nos comprometemos a fomentar la relación económica entre EE. UU. y México y favorecer más comercio, no aranceles”, dijeron en un comunicado conjunto.
Trump anunció la semana pasada que invocó a la Ley de Poderes Económicos de Emergencia Internacional (IEEPA, por su sigla en inglés) para imponer y aumentar gradualmente un arancel del 5% en todos los bienes importados de México hasta que “la crisis de la migración ilegal se alivie a través de acciones efectivas tomadas por México”.
Luego los aranceles se incrementarán a 10% a partir del 1 de julio, a 15% desde el 1 de agosto, a 20% comenzando el 1 de septiembre y a 25% del 1 de octubre hacia adelante, si no se cumple esa misma condición.
“La imposición de aranceles a México no ataca las causas fundamentales de la migración y pone en peligro nuestros intereses económicos compartidos. Los gobiernos de los Estados Unidos y México deben trabajar junto con sus comunidades empresariales y sus contrapartes del Triángulo del Norte para resolver la crisis actual”, añadieron ambas organizaciones empresariales.
CCE y grupos de trabajo
Actualmente, los gobiernos de los dos países continúan negociando sobre el asunto de las tarifas, en un contexto en el que el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) está en procesos de negociación en los poderes legislativos de la región.
“Nuestras organizaciones están comprometidas con la rápida aprobación del T-MEC en nuestras legislaturas respectivas. Eso no podrá lograrse sin eliminar primero la amenaza arancelaria. Debemos continuar impulsando hacia adelante la relación económica bilateral a través de la implementación de este acuerdo histórico, no dar marcha atrás”, dijeron.
Por último, la alianza establecerá un grupo de trabajo público-privado dedicado a formular y promover propuestas concretas y mesurables para reducir la migración en el corto plazo, mediante el impulso al desarrollo regional y la inclusión. El grupo de trabajo identificará y buscará financiamiento para proyectos clave de infraestructura y desarrollo.
