El presidente Donald Trump enfocó su estrategia en que si México no logra reducir los flujos de migración de Centroamérica a Estados Unidos presionará al gobierno mexicano para llegar a un acuerdo de asilo de “tercer país seguro” (o un acuerdo de asilo regional) o impondrá aranceles a los productos mexicanos.
El secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, aclaró el martes que México tiene 45 días para probar que funcionan sus medidas para reducir el flujo de inmigrantes centroamericanos a Estados Unidos.
Para entonces, tras una consulta con México, la Administración Trump decidiría si México redujo lo suficiente el tráfico de migrantes.
«Si hay una caída, estaremos en lo cierto», dijo Ebrard, sin dar datos específicos sobre cómo medir el resultado.
En general, el acuerdo de tercer país seguro obligaría a los migrantes que transitan por territorio mexicano a primero solicitar asilo a México, cancelando la posibilidad de hacerlo en Estados Unidos.
Migración y tarifas
En tanto, Trump amenazó con aumentar los aranceles a las importaciones de productos originarios de México en forma generalizada y gradual, de 5 a 25% a partir del 10 de junio, pero esta medida se disipó temporalmente tras un acuerdo en materia migratoria y, según Trump, con otros asuntos bilateral convenidos en secreto y por anunciarse más adelante.
Ebrard reveló que durante la negociación con Estados Unidos para evitar la aplicación de aranceles que buscaba imponer el presidente Trump, las autoridades estadounidenses presentaron una propuesta de texto de tercer país seguro para su «firma inmediata», a lo que la delegación mexicana respondió que no estaba interesado en contemplar eso, además de que se requería aprobación del Senado de México.
También dio a conocer que este miércoles 23 de junio se comenzará con el despliegue de efectivos de la Guardia Nacional en la frontera con Guatemala, como parte del acuerdo para contener el flujo de migrantes en la frontera sur del país.
Tercer país seguro y desafíos
Las organizaciones criminales transnacionales han utilizado el corredor centroamericano para una serie de actividades ilícitas, incluido el tráfico de aproximadamente el 90% de la cocaína con destino a los Estados Unidos.
Al mismo tiempo, América Central ha superado a México como la mayor fuente de migración irregular a los Estados Unidos. En los primeros ocho meses del 2019, las autoridades de Estados Unidos detuvieron a casi 445,000 migrantes no autorizados del Triángulo del Norte en la frontera suroeste.
Más del 81% de los detenidos eran menores o familias no acompañados, muchos de los cuales buscaban protección humanitaria, según un análisis del Congreso estadounidense.