La Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, por sus siglas en inglés) es la cara en la frontera para todos los viajeros y la carga que ingresa a Estados Unidos.
Cada día, más de un millón de personas llegan a 328 puertos de entrada por vía aérea, terrestre y marítima de Estados Unidos, a la vez que el comercio internacional por valor de 11,000 millones de dólares cruza las fronteras estadounidenses.
Consecuentemente, más de 30,000 oficiales de la CBP, especialistas en agricultura, personal de comercio e ingresos, y personal de apoyo trabajan en la misión crítica contra el terrorismo; en hacer cumplir las leyes y regulaciones de importación y exportación; implementar políticas y programas de inmigración, y proteger a Estados Unidos de plagas, enfermedades y especies invasoras de animales y plantas extranjeras que podrían causar graves daños a los cultivos, el ganado, las mascotas y el medio ambiente de ese país.
La doble misión de la CBP de Estados Unidos de proteger las fronteras de Estados Unidos y facilitar el comercio y los viajes legítimos no solo es un componente crítico de la seguridad nacional, sino también de la prosperidad económica de la nación.
En el año fiscal 2018, la CBP facilitó niveles récord de comercio y viajes legales; detección mejorada; implementó la Ley de Facilitación y Aplicación del Comercio; se enfocó en el procesamiento más rápido en los entornos de aire, peatones, vehículos y carga, y completó el paso final en la automatización de su sistema de procesamiento de carga.
La CBP y otras autoridades
El Servicio de Aduanas y Protección de Fronteras de Estados Unidos, adscrito al Departamento de Seguridad Interior (DHS, por su sigla en inglés), se creó en 2003 mediante la fusión de los organismos que habían formado parte del Servicio de Aduanas de los Estados Unidos con otros servicios dedicados a supervisar el movimiento transfronterizo de mercancías y viajeros.
Sin embargo, pese a que la CBP se ha ampliado, sigue habiendo unos 30 organismos federales con competencias en el ámbito de la observancia de las normas comerciales.
Así pues, en febrero de 2014 se estableció formalmente el Consejo Ejecutivo Interinstitucional para las Operaciones en Frontera (BIEC, por su sigla en inglés) con el cometido de imprimir una dirección estratégica y dar orientaciones de política, dado que el plazo para completar el Sistema de Datos sobre el Comercio Internacional (ITDS, por su sigla en inglés) como servicio de ventanilla única se estaba aproximando (31 de diciembre de 2016).