Estados Unidos se ubica como el principal proveedor de carne de pavo para México, con el 93% de la participación, seguido de Brasil y Chile con 5% y 1.7%, respectivamente, según datos del Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA, por su sigla en inglés).

El pronóstico de importaciones de pavos en México para 2019 es de 165,000 toneladas métricas y para 2020 es de 167,000 toneladas.

En general, los procesadores utilizan la carne de pavo durante todo el año, mientras que los animales muertos enteros se importan para satisfacer la demanda estacional de vacaciones de septiembre a diciembre.

Aunque Estados Unidos tenía una participación del 100% para las aves enteras en 2018, la industria nacional espera que México comience a importar cadáveres enteros de Canadá bajo el contingente arancelario de México para terceros países.

Sin embargo, de acuerdo con el USDA, es poco probable que la cantidad de aves enteras importadas de Canadá desplace una cantidad significativa del comercio de Estados Unidos, ya que es probable que los importadores mexicanos permanezcan con proveedores establecidos de Estados Unidos.

México exporta solo pequeñas cantidades de productos procesados de pavo, ya que la producción es insuficiente para satisfacer la demanda. Se espera que las exportaciones en 2020 se mantengan estables.

Pavo: producción

El pronóstico para la producción mexicana de carne de pavo en 2019 es de 18,000 toneladas y 18,300 toneladas para 2020. El sector de producción de pavo espera un crecimiento modesto de solo 2% de 2019 a 2020.

Menos productores eligen criar pavo y en su lugar producir pollo debido a los costos más bajos y menor cantidad de tiempo involucrado para criar pollo. La producción de pavo se lleva a cabo en unas pocas regiones de México. Yucatán es el principal productor con el 23% de la participación, seguido de Puebla (15%), el Estado de México (4%) y Veracruz (8 por ciento).

Estos estados representan el 60% de la producción y el 40% restante se divide entre otros 14 estados.