Las empresas de autopartes ya están presentes en 24 estados de México, lo que incrementa las oportunidades de negocio en este sector, destacó Icex, el organismo promotor de las inversiones y las exportaciones de España, en un reporte.
En cuanto a los vehículos pesados y motores de diésel, existen 11 plantas armadoras distribuidas por ocho estados.
Adicionalmente, existen 20 complejos productivos de vehículos ligeros y motores, distribuidos en 12 entidades federativas, a la vez que se están llevando a cabo construcciones de nuevas plantas.
Por último, existen 2,361 agencias distribuidoras, tanto de vehículos nuevos como de servicio posventa, por todo el territorio nacional.
Autopartes y cadena de valor
El sector automotor tiene tres ejes principales. El primero de ellos es la fabricación de automóviles y camiones; el segundo es el dedicado a las autopartes y el último a la comercialización y los servicios posventa.
Las empresas que agrupa el sector automotor tienen gran presencia en todo el país. Los grandes clústeres de fabricación se concentran principalmente en la zona norte y centro, mientras que la red de distribución implica a todo el país.
Según el Icex, el sector automotor presenta varios aspectos interesantes para las empresas españolas a la hora de tomar la decisión estratégica de abordar el mercado mexicano. Estos factores han favorecido la creciente llegada de inversión por parte de las principales empresas del sector.
Ventajas comparativas
La situación geográfica del país otorga una ventaja respecto a otros países. En México se han establecido las principales empresas de autopartes de Norteamérica, Europa y Asia, con la finalidad de garantizar las entregas “Just in Time” y facilitar la flexibilidad de producción requerida por las armadoras.
Además, México está ubicado en el centro del mundo del automóvil y es el punto donde confluyen los dos corredores manufactureros más importantes de Norteamérica, lo que se ve reflejado en los costes y plazos logísticos.
Para abastecer el mercado norteamericano, los principales países asiáticos (China, Japón o Malasia, p. ej.) requieren por término medio de 15 a 23 días más que las empresas asentadas en México, y su plazo de entrega a los países latinoamericanos supone entre 12 y 24 días más que desde México.
Además, en el país se han desarrollado importantes centros de proveeduría de nivel mundial, muchos de ellos con alta integración con las empresas terminales o armadoras. Así lo evidencia el hecho de que más del 80% de la producción de autopartes se destina a la exportación.