Los bancos estatales de Costa Rica tenían el 52% de los activos totales del sector bancario y el 47% de los activos totales del sistema financiero nacional en 2018.
De acuerdo con un informe de la Organización Mundial de Comercio (OMC), los bancos estatales disfrutan de ciertas ventajas en comparación con los bancos privados.
Por ejemplo, garantizan la totalidad de los depósitos, mientras que los bancos comerciales privados no ofrecen este tipo de garantía.
Asimismo, a diferencia de los bancos comerciales privados, para poder captar depósitos de cuenta corriente, los bancos estatales no tienen que utilizar un porcentaje específico de sus depósitos de cuenta corriente para otorgar créditos preferenciales, ya sea por medio de la Banca de Desarrollo o directamente, y tampoco deben cumplir otros requisitos de penetración financiera.
Además, los bancos estatales tienen el monopolio de los depósitos de las entidades públicas. El trato preferencial otorgado a los bancos estatales podría tener un impacto sobre la asignación de recursos. Los bancos privados extranjeros pueden establecer filiales en Costa Rica, pero no sucursales.
Los bancos y su tendencia
Desde 2013, la actividad bancaria ha mostrado un buen desempeño en términos de solvencia, si bien con márgenes de rentabilidad relativamente limitados, en particular en el caso de los bancos estatales. Además, la escasa competencia en el sector bancario resulta en altos márgenes de intermediación.
En el mercado de los seguros, a pesar de la liberalización, la empresa estatal Instituto Nacional de Seguros sigue siendo el principal proveedor. Las compañías extranjeras pueden establecer sucursales y oficinas de representación en Costa Rica. No se limita ni el número ni el tipo de operaciones que estas ejecutan.
Entre 2012 y 2018, el subsector más dinámico de la economía fue el de los servicios financieros y seguros, que se expandió a una tasa anual promedio del 9,2%. Esto se explica por el incremento del grado de intermediación financiera en los últimos y por la mayor venta de servicios de seguros.
Otras actividades de particular dinamismo fueron: la de información y comunicaciones, que acusó un crecimiento real promedio del 7,7% anual, reflejando la creciente demanda de servicios de telefonía celular e Internet; las actividades profesionales (6.8%), ligadas en parte al desarrollo de los servicios de consultoría en gestión financiera, recursos humanos, oficinas principales y afines (ligados a la inversión extranjera directa en territorio costarricense); y las actividades de alojamiento y servicio de comida (5.3 por ciento).
Por último, el dinamismo de este último rubro se asocia con el buen desempeño del turismo en los últimos años.